martes, 23 de agosto de 2016

Las vacaciones en un hospital


Hace tiempo que no escribo por aquí  y las últimas semanas me ha surgido una situación que quiero compartir con vosotros por ver qué opináis y es que ¿acaso los pacientes tienen vacaciones?. Que yo  sepa no las tienen ya que, por desgracia, las enfermedades, los accidentes... no se eligen, de tal manera que si ellos siguen ahí, precisando sus tratamientos, cirugías, consultas... ¿por qué llega el verano y la actividad asistencial en los hospitales se reduce tanto? Se cierran plantas y consultas, disminuye mucho la actividad de quirófano...

Sé que sé que todos merecemos nuestras vacaciones, de hecho las necesitamos porque no hay quien aguante trabajando todo el año, al menos no con un trabajo que suponga cierto grado de estrés como el que tenemos quienes trabajamos con personas y su salud. Pero se pueden poner más suplencias para intentar que esa actividad se reduzca menos ya que, si el verano es malo, agosto ya ni os cuento. Si se pudiera elegir cuando uno se pone malo diría que nunca lo hiciera en agosto.

Ahora estamos en agosto y en todos los Servicios hacemos todo lo posible para cubrir las vacaciones de nuestros compañeros pero hay ciertas cosas que no se pueden cubrir y es el cierre de determinadas consultas, plantas, quirófanos... Ahí es donde llega el momento en que uno quiere hacer más pero no puede y se agobia porque hay pacientes que no se pueden tratar, que no se pueden operar, que no se pueden planificar... Y es que, por por mucho que se quiera eso no basta, si no hay personal suficiente, si no hay una planta donde pueda quedarse, si no hay un quirófano donde pueda operarse, etc... No puede tratarse y se tiene que priorizar.  Cosa muy difícil, al menos en mi caso que trato con pacientes oncológicos.

Y si os cuento esto es porque, como bien sabéis quienes me conocéis o leéis, hace algo más de año y medio que volví a Madrid, a trabajar en la sanidad pública y hacer algo que me gusta mucho que es la braquiterapia. Un tipo de tratamiento radioterápico más intervencionista que en muchas ocasiones ha de hacerse en un quirófano con todo lo que eso conlleva.  Ahí está lo que más he notado y sentido este mes y es lo difícil que es organizar la actividad con un único día a la semana de quirófano. Sentir que se quiere meter más pero no se puede porque, por mucho que uno alargue su horario hasta lo que haga falta, no depende sólo de él sino de mucha más gente y os puedo asegurar que en agosto esa coordinación es mucho más difícil empezando por los ingresos fuera del propio servicio donde no conocen este tipo de procedimiento, con gente que no está acostumbrada al mismo y, como es lógico, todo lleva más tiempo. De tal manera que si se saca el parte de quirófano con más procedimientos de los que "entrarían" normalmente, se asume que probablemente se alargue la jornada y sea agotador para todos, incluídos los propios pacientes. 

Estas semanas me han servido para curtirme bastante y aprender hasta dónde puedo llegar. Ha sido como hacer encaje de bolillos para poder ir cuadrando todo y que todo fuera saliendo. He comprendido que, por mucho que me cueste, he de ser capaz de dejar el agobio a un lado ya que no me lleva a ningún sitio, al menos a ninguno bueno. Y el haber empezado esta entrada a principios de agosto y haberla terminado ahora me ha permitido relativizar todo, he vuelto a comprender que al final todo sale y que, aunque quizá no todo se haya hecho como cuando hay una actividad de quirófano de 3-4 días a la semana (como es lo normal en época no vacacional), creo que ha salido bastante bien, al menos he hecho todo lo que he podido.


Eso sí, espero que el año no sean necesarios tantos quebraderos de cabeza para conseguir que todo salga...