sábado, 19 de junio de 2010

Mi padre




Hace tiempo que quiero escribir algo sobre mi padre pero no he conseguido hacerlo hasta ahora porque, aunque escribir me gusta, no es uno de mis fuertes y tengo la sensación de que no estaré a su altura. Aunque él fue una persona relativamente importante para mí sólo era mi padre. Nada más y nada menos que mi padre. Nunca pensé en él como "Juan Muñoz", sino como "papá". Es más, ahora que no le tengo, cuando pienso en él, en cómo le traté... creo que cambiaría muchas cosas...

Desde que en el 2002 le diagnosticaron una enfermedad de las de palabra innombrable, tuvimos malas épocas, muchos ingresos en el hospital con idas y venidas a la urgencia, varias operaciones... en fin, años duros que, si bien fue superando como el gran luchador que era, finalmente se le llevaron, y la que acabó con él no fue la enfermedad inicial, sino una complicación de la misma. Murió habiendo superado una de esas enfermedades que tanto está presente en mi día a día... Pero a veces las cosas pasan así, algo que se te hizo para superar un bache acaba terminando con tu vida... :(

Fue gracias a él que decidí hacer Medicina y no Fisioterapia. Había hecho la selectividad y recuerdo que acababan de darme las notas. Tenía posibilidades de acceder a las dos y no sabía por cuál decantarme, me gustaba mucho la Medicina, el estudio de las enfermedades, la idea de curar y ayudar a la gente me encantaba, pero eran tantos años... Así que él me dijo: "Teresa, si te gusta la Medicina, no dejes de hacerla por los años que son. La vida del estudiante es la mejor, no lo dudes". Sé que a él le hacía ilusión que fuera médico y a mí me gustaba mucho así que, ¿por qué no? Ahora resulta que en unos meses habré acabado la residencia y por fin seré médico especialista. Me parece increíble, ¿quién me lo iba a decir hace 10 años?

El caso es que durante esos años de enfermedad y altibajos de mi padre, era estudiante de medicina, estaba en 2º cuando empezó todo y lo creáis o no, siempre fui una ilusa en todo este tema. Siempre positiva, nunca podía ponerme en el peor de los casos sino todo lo contrario. Eso tiene sus ventajas, animas a cualquiera, principalmente al enfermo (algo fundamental en estas ocasiones) Pero tiene un gran inconveniente y es que te llevas palos muy gordos... En fin, soy así.

Lo peor de todo es que ahora que lo miro todo con perspectiva veo que no le dije lo suficiente cuánto le quería y admiraba . Él luchó lo que no está escrito y superó mil baches con tal de verme terminar la carrera. Mis hermanos son mayores y tenían sus vidas relativamente "arregladas", con sus trabajos y familias. Pero yo, la peque de la casa, acababa de empezar Medicina y me quedaba mucho para tener algo solucionado. A posteriori me enteré de que, cuando en el 2002-2003 pasó sus malos momentos, con días que parecía que no iba a salir, llegó a "pedir" por vivir hasta que yo acabara la carrera y empezara una especialidad (no era un creyente de los creyentes con mayúsculas pero siempre tuvo mucho aprecio a la Virgen de mi pueblo, la Virgen de la Soterraña, y cada vez que se enfrentaba a una nueva operación, un nuevo ingreso... le rezaba una salve). Aguantó, luchó y me vio empezar la especialidad. De él he aprendido muchas cosas de cara a las enfermedades, los pacientes y el modo de llevarlo todo. Yo sé que ante una enfermedad, la actitud del enfermo es fundamental, si uno lucha puede llegar a superar muchos malos momentos. Ahí está mi padre que lo demostró y por eso le quiero aún más, si cabe. Cuando en Enero del 2008 ingresó para no salir hasta el día 11 de Mayo, en el que falleció, nos dejó claro que iba a hacer todo lo que fuera posible por salir adelante, pero que cuando uno lleva tanto trote encima el cuerpo no aguanta lo mismo. Cuando el ingreso se prolongaba y no daban con la causa de todo llegó a escribirnos una carta muy emotiva donde nos ponía, entre otras cosas :

"ESTOY TRANQUILO. Creo que lo que tengo tiene gravedad pero lucharé como siempre, quizá con menos fuerzas (...) Todos tenéis que saber que creo que he tenido una vida intensa, a veces liada, pero ante todo OS HE QUERIDO. Que siempre habéis sido los primeros en todo y para todo".


Leer estas palabras cuando todavía vivía desató en mi una bronca monumental hacia él. Cómo podía decir esas cosas si iba a salir?!!!! No se lo permitía y se lo dejé claro. Como podéis imaginaros no volvió a decirme nada. Al final se supo la causa de todo y le operaron, pero él llevaba 2 meses ingresado y estaba más débil de lo que debería para abordar una operación de ese calibre por lo que finalmente se complicó. Los que me conocéis sabéis cómo fue todo. Los que no, supongo que podréis haceros una idea. No fueron buenos momentos y, muy a mi pesar, resultó que su presentimiento era cierto... me equivoqué y al final le perdí...

Pasada su muerte empezaron los pésames, los reconocimientos de la gente que le conocía, de sus compañeros, amigos, alumnos... y los artículos sobre él. Todo el mundo que le había tratado un poco más quería dejar constancia de ese sentimiento y yo siempre se lo agradeceré, entre otras cosas porque me permitieron conocerle mejor. Más que nada porque, como os he dicho al principio, él era mi padre y no Juan Muñoz. Nunca le había dado toda la importancia que tenía a lo que él hacía. Es más, aparte de catedrático y Maestro, estuvo metido en el mundo de la política y eso a mí nunca me gustó. A él le encantaba y era de los políticos que marcan la diferencia, con una forma de ser que le hizo ganarse el respeto tanto de la izquierda como de la derecha. Pero a mí no me gustaba, recuerdo que de niña llegué a temer en más de una ocasión por que le pasara algo malo... (imaginaros por qué...), tanto que nunca decía quién era y qué hacía realmente. El caso es que ahora que no está y he visto y leído todo lo que pensaban de él, me siento llena de orgullo y lamento no habérselo demostrado todo lo que debía en vida.

Leer cosas como:

"Juan era de esas personas que siembran la semilla del aprecio a su paso. Era de esas personas que no extreman sus intereses, que siempre tienen en cuenta al otro. Era de una generosidad excepcional tanto en lo profesional como en lo personal. Fuimos muchos los que contamos con su ayuda y apoyo en multitud de ocasiones. Por todo lo que nos donaste, gracias, maestro. Muchas gracias, amigo." J. Argüelles. El País, 12 de Mayo del 2008

"Era un trabajador incansable, amante de la investigación. La elaboración de fichas era su mejor herramienta de trabajo, para lo que leía, leía y anotaba. En estos últimos días de su estancia en el hospital tuve la oportunidad de comprobar cómo seguía elaborando fichas sobre la participación de la mujer en las grandes organizaciones. Genio y figura hasta el último día no le faltaron"
J. L. Gordo, El Adelantado de Segovia, 14 de Mayo del 2008

"Fue Juan A. Muñoz García trabajador incansable, analítico riguroso, serio no exento de fina ironía, leal. Amigo de sus amigos. Respetuoso y tolerante con quienes no coincidían con sus ideas, reflexiones o planteamientos. Humilde con los humildes. Fuerte y agrio con los arrogantes. Brillante conversador. Defendía con tanta vehemencia sus convicciones que algunos pensaban que era sobervia. Lo que realmente era, es: Maestro." M. Agudíez Calvo, El Adelantado de Segovia, 16 de Mayo del 2008

"Su vida ha tenido la plenitud que él deseaba, además de la alegría de gozar con la familia y con los amigos, Juan Muñoz consiguió la armonía de un sabio clásico: su pasión por la investigación histórica, se unía inteligentemente con su compromiso político. Lo único que le ha faltado es algo más de tiempo. Se ha muerto con poco más de 70 años, con una lucidez que le permitía hacer planes sobre nuevos proyectos intelectuales, planes con los socialistas de Segovia, y planes, al final, para elegir hasta la música de su funeral (...) Sencillamente: Juan Muñoz fue un referente para la gente de izquierdas de este país, y le echaremos de menos cada vez más." J.J. Laborda , Diario de Burgos, 15 de Junio del 2008.

Juan Muñoz, "predilecto" El homenaje que todo el PSOE realizó ayer a Juan Muñoz, el histórico dirigente socialista segoviano, fallecido apenas hace un mes, mostró que Muñoz no sólo era "hijo predilecto" de su localidad natal, Santa María de Nieva, sino de todo el socialismo y, con ello, de la historia. Como afirmó Alfonso Guerra: "La Historia de España es imposible de construir sin el socialismo" y, como remachó Óscar López: "La Historia del socialismo Segoviano es imposible de construir sin Juan Muñoz". Socialista de 'entonces', cuando la voz y la palabra estaban amordazadas o autocensuradas, Muñoz expresó sus convicciones en multitud de artículos en Triunfo o Cuadernos para el Diálogo, además de publicaciones editoriales de denuncia contra la oligarquía franquista. Honesto, erudito, desprendido, armónico y valiente, Muñoz era un referente que, desgraciadamente, hemos perdido. El Mundo, 18 de Junio del 2008.

Hacen que me sienta muy orgullosa de él, además de ser un gran padre, el mejor que podía tener, fue una gran persona, un "Maestro" para muchos... y... uf! Ahora acaban de publicar un libro-homenaje titulado:

Homenaje a Juan Muñoz. Ensayos y semblanzas.


Se trata de un libro que han escrito, principalmente, entre varios compañeros y alumnos suyos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM, donde fue Catedrático de Economía Aplicada, aunque también han intervenido otras personas. Desde que llegó a mis manos el jueves pasado, no he parado de leerlo. Voy buscando las referencias más personales, ya que tiene mucho de Economía que me supera, aunque me parece muy interesante (si me viera estudiándole... alucinaría. Sé que le haría mucha ilusión, de hecho, cada vez que me interesaba por algún libro, por algún disco de música clásica, cuando empecé a pedirle cosas de ópera... le faltaba tiempo para buscarme todo lo que tenía y dármelo... Así era él, generoso, siempre pendiente de los suyos, y ni qué decir tiene de mí, que era su niña! )

En el libro dicen muchas cosas buenas de él, por mencionar algunas:

" A pesar de ser uno de los más prestigiosos investigadores en el área del poder económico, Juan Muñoz fue siempre una persona humilde, sencilla, generosa, entregada, cercana a los estudiantes. Sus clases eran provocadoras, lo que motivaba a sus alumnos a pensar, a cuestionarse el mundo que les rodea, a formarse, en definitiva, como personas críticas. Era también un gran discutidor, y con aquellos que empezaban su carrera como profesores universitarios compartía gran parte de su tiempo, tanto dentro como fuera de la facultad, para debatir sobre autores y teorías. Para mí, como para muchos otros que tuvimos la suerte de conocerle, Juan Muñoz, con quien siempre he mantenido un contacto estrecho y relaciones frecuentes, fue un referente en mi formación científica, profesional, universitaria y también humana.
Este libro, publicado por Editorial Complutense, pretende ser un homenaje universitario a este gran investigador, de parte de todos aquellos que le hemos conocido, que le hemos disfrutado, que hemos contado con su apoyo, y que sin duda alguna siempre le recordaremos"

Carlos Berzosa Alonso-Martínez. Rector de la UCM

"Él valoraba lo que yo le traía de la vida real, las variaciones constantes del mapa mediático, analizábamos juntos las razones que motivaban aquellos cambios y, cuando hacía falta, empequeñecía algunas exigencias desmesuradas de algunos profesores que viven en una campana de vidrio más bien distante de la realidad de cada día. Y es que Juan Muñoz era un doble lujo, por su capacidad intelectual, y por su conexión directa con el paisaje económico del país (...) A veces pienso que en este país siempre llegamos tarde a los reconocimientos. Sostiene el abogado y empresario Antonio Garrigues Walker que " España no sabe dar las gracias. Las da tarde y casis siempre mal". Tiene toda la razón. Ójala hubiéramos escrito estas líneas y todas las que ahora le dedican alumnos, compañeros y amigos, en un tiempo que todavía hubiera podido leerlas. Nos consuela pensar que, con toda probabilidad, cualquier cosa que ahora digamos de él ya la habrá adivinado en nosotros." Manuel Campo Vidal.

"Aprendimos mucho viendo trabajar a Juan Muñoz con las fichas y lo que hacía en todo momento y lugar, pues, es sabido que el trabajo vocacional y riguroso de investigación es permanente, incesante, a todas horas, en todo momento y lugar, incluso durmiendo.(...) Juan Muñoz nos permitió a Pedro Arias, al que suscribe, etc., poder conocer, poder colaborar en los trabajos que estaba haciendo, en las publicaciones que estaba preparando, que eran varias y que darían lugar a la edición de libros, informes, artículos, etc. Y, mismamente (por utilizar un término que empleaba mucho Juan) eso fue para nosotros de gran ayuda e importancia en nuestra formación. (...) Como se ve, Juan Muñoz, de forma sencilla y cotidiana, nos había iniciado, con gran generosidad y muy positivamente para nosotros, en el trabajo científico más productivo y adelantándose a Pierre Bourdieu, profesor de Collège de France y uno de los sociólogos más prestigiosos y conocidos del mundo." Miguel Cancio.

El libro acaba con un capítulo escrito por uno de sus mejores amigos, Julio Argüelles, que termina el mismo de la siguiente manera:

"Ya, por último, en el plano más estrictamente personal, Juan Muñoz era un hombre de extraordinarias cualidades. Era cercano, sencillo, sensible, y siempre presto para ayudar en lo que fuera menester. La generosidad quizás fuese el rasgo que mejor le definiese. Nunca se dejó seducir por los excesos ni las desmesuras, era desinteresado y desprendido y siempre fue consciente de que su vida tenía que desenvolverse en convivencia con otros y preservando la dignidad de todos. Hizo todo lo que estuvo en su mano, profesional y personalmente, por hacerlo posible. Es éste un legado que le tendremos que agradecer siempre. Su brillante y honesta trayectoria profesional y el ejemplo de su vida personal merecen el respeto y el agradecimiento más sincero."

Después de todas estas menciones, de todas estas palabras dirigidas a mi padre, qué más puedo decir. Me gustaría llegar a parecerme un poco a él. Sé que nunca estaré a su nivel, pero con quedarme con un poco de esa generosidad y sencillez que le definían me daría con un canto en los dientes. Gracias a él soy la médico que soy. La experiencia que viví durante esos años de estudiante me marcó y creo que para bien (a lo mejor por eso tiendo a implicarme demasiado, pero sé que hay ciertos momentos en los que se agradece tanto un poco de humanidad y cercanía que no quiero cambiar. A veces lo pasaré mal, pero si con eso consigo que se lleven un poquito mejor creedme cuando os digo que me compensará con creces).

Ahora sí, para terminar un post demasiado largo pero a la vez corto para expresar todo lo que fue mi padre para mí, para sus amigos, compañeros, alumnos... quería poneros una cita que le dedicaron en uno de los artículos que se publicaron tras su muerte:


"Cuando me muera, amigo mío,
sea yo el niño, el más pequeño.
Cógeme en brazos
y llévame adentro de tu casa.
Desnuda mi ser cansado y humano
y acuéstame en tu cama,
y, si despierto, cuéntame historias
para que vuelva a dormirme.
Y dame sueños tuyos para que yo juegue
hasta que nazca cualquier día"

El Guardador de Rebaños
Fernando Pessoa