lunes, 30 de septiembre de 2013

Buscando "dospunterizar" la Radioterapia: #InfoORT


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La semana pasada se celebró el 55º congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Radioterápica, ASTRO (American Society for Radiation Oncology)  y, al no poder asistir, confié en que vía Twitter podría ver qué se iba contando con el hashtag #ASTRO13 o con la cuenta oficial de la misma: @ASTRO_org. Ilusa de mi, nada más lejos de la realidad... 

No niego que me enteré de las cosas más importantes gracias al mismo y al post de Ángel en El Lanzallamas pero fuera de ellas, poco más. Por poneros unos ejemplos de temas que me interesan particularmente, no sé si se habló algo de braquiterapia de alta tasa en el cáncer de próstata, ni del tratamiento de los cánceres ginecológicos, la escalada de dosis, los hipofraccionamientos...

Quizás es que no hubo mucho más, no lo sé, lo único que sé es que esperaba que entre los asistentes hubiera más gente tuitera con ganas de compartir lo que estaba viviendo. Pero, a mi pesar, he comprobado que el 2.0 está lejos de mi especialidad y no sólo en España, sino en todo el mundo. 

Será cuestión de tiempo, confío, pero cuando una lleva inmersa en el 2.0 más de tres años y se topa con lo lejos que está su realidad de la de sus compañeros de especialidad se le hace chocante y hasta podría deciros que da un poco de rabia esa sensación de querer y no tener. Siempre he pensado que mi granito de arena tal vez pueda ayudar en algo, pero, ¿realmente es así? ¿será que he de hacer mucho más para ir metiendo este mundo entre mis compañeros? Si es así, ¿qué puedo hacer?, ¿de verdad tengo tiempo para una dedicación mayor en esta dirección?. ¡Uffff! son tantas las preguntas que me planteo... Mientras lo pienso, seguiré con el blog y twitter.

Antes di por hecho que sabíais lo que es un hashtag (HT) pero por si no tenéis ni idea os diré que se trata de palabras o frases precedidas por el símbolo #, que nos permiten clasificar o etiquetar los mensajes en twitter de tal manera que puedan agruparse en torno a un tema común. Gracias a ellos podemos buscar lo que se ha dicho en torno a ese tema de una forma rápida y sencilla.

Y es que si hoy os he contado todo ésto es porque he decidido dar otro pequeño paso hacia el 2.0 en mi especialidad creando un HT para agrupar todo aquello que vaya tuiteando sobre ella. Así me servirá a mí y, ojalá que también a los demás que se vayan uniendo a este mundo. Se trata de: #InfoORT. (Ángel, Virginia, Joaquín, Javi... ¿qué os parece?)

Hoy no puedo menos que acabar con quien me ha acompañado durante la creación de esta entrada, lo nuevo de Iván Ferreiro:


lunes, 16 de septiembre de 2013

El screening y la demencia, ¿dónde está el límite?



Hoy quiero compartir con vosotros una entrada de KevinMD.com que me ha hecho reflexionar y me encantaría saber vuestra opinión al respecto, se trata de:

Detener el cribado del cáncer en los pacientes con demencia

Os recomiendo que lo leáis, si bien intentaré haceros un pequeño resumen con mi punto de vista.

Para empezar es importante que sepáis que cuando hablamos de cribado del cáncer nos referimos al uso periódico de determinadas exploraciones o pruebas en personas que no tienen síntomas de cáncer pero tienen alto riesgo de desarrollarlo. Gracias a él conseguimos una detección más precoz con unas mayores tasas de curación pero, y esta es la reflexión que quiero que hagáis, hay casos en los que algo que parece tan bueno y positivo se convierte en un arma de doble filo, casos como el de los pacientes con demencia. En ellos el cribado puede traer consigo daños colaterales que hacen que pierda todo ese beneficio que tiene en otras personas.

¿Cómo puede que ser que algo que nos ayuda a curar el cáncer sea negativo? La razón está en que, lejos de lo que muchos imaginan, la detección precoz de un cáncer no es tan inocua y sencilla. No basta con un análisis de sangre con marcadores tumorales, una colonoscopia, una mamografía... las cosas no son tan fáciles. Este tipo de pruebas sólo suponen el comienzo de otras tantas, con efectos secundarios más que probables, que nos llevarán al diagnóstico definitivo (biopsias, RMNs, TACs, PETs...). Diagnóstico que, como es obvio, se seguirá de un tratamiento más o menos agresivo, mejor o peor tolerado que, si bien es muy probable que lleve a la curación del paciente, traerá consigo otros tantos efectos secundarios.

Cuando hablamos de personas "sanas", "independientes", conscientes y orientadas, con una expectativa de vida de más de 5 - 10 años, todo ésto merece la pena puesto que, se pasará mejor o peor, pero al final supondrá una mayor supervivencia, una mayor probabilidad de disfrutar de toda la vida que tienen por delante.  Pero todo eso cambia en los pacientes con demencia. ¿Qué les estamos aportando cuando su esperanza de vida no supera los 5 - 10 años; cuando dependen de otros para las actividades basales de la vida diaria (tales como vestirse, asearse, comer...); cuando ni recuerdan lo que les ha pasado hace unos minutos; cuando puede que ese cáncer que tanto queremos diagnosticar y tratar no fuera a darle ningún problema que requiriera tratamiento en los próximos 5 - 10 años? ¿No creéis que quizás nos estemos pasando, estemos sobrediagnosticando y sobretratando a este tipo de pacientes? 

La mayor parte de los expertos en el cribado del cáncer y los geriatras están de acuerdo en que el cribado en los pacientes con demencia es una mala idea. Entonces, ¿por qué no se deja de hacer? A mi también me cuesta entenderlo, pero no es tan sencillo como parece.

En el artículo nos mencionan un importante estudio de The Journal of the American Geriatrics Society que se llevó a cabo con 32 cuidadores de pacientes con demencia donde se mostraba como los "recordatorios automáticos" del sistema de salud dirigían tanto al paciente como al médico a la siguiente "ronda" de cribado, ignorando todas las necesidades que tienen ya de base esos pacientes (medicaciones, cuidados...).

Los cuidadores, conociendo el sufrimiento que esas pruebas originaban, querían centrarse en la calidad de vida del paciente y se encontraban con cómo la inercia de los programas del sistema de salud jugaba en su contra. Por ejemplo, a uno de ellos el médico de su madre le dijo “let’s just do it once more to make sure she gets a clean bill of health.” "Vamos a hacerlo una vez más para asegurarnos de que recibe un certificado de buena salud". Suena a chiste, ¿no creéis?.  Además, todo ésto también tenía un impacto para ellos que no solía tenerse en cuenta. Por poner un ejemplo: la preparación para una colonoscopia y los cuidados posteriores a su realización pueden llegar a ser agotadores.

Con todas las necesidades que tienen los pacientes con demencia, los cuidados que requieren... parece imposible que se lleven a cabo cuando éste es sometido al cribado del cáncer.

No sé vosotros, pero yo no puedo estar más de acuerdo con todo lo que dice el artículo. Para terminar lo haré con sus propias palabras.

"It is ironic that many health care quality improvement systems credit the provider and health system with good quality of care when a patient with dementia is subjected to cancer screening. It is just the opposite: A virtually certain indicator of poor quality of care."

Ironía pura, sin duda.



domingo, 15 de septiembre de 2013

Revueltos o no, al final sólo somos uno #CarnavalSalud


Cuando vi el tema del Carnaval de la Salud de Septiembre tuve claro que era la mejor forma de retomar el blog.  Esta vez buscan recopilar opiniones sobre la presencia online de los profesionales de la salud principalmente en espacios sociales como Facebook, Twitter, e incluso blogs, ya que en un mismo entorno conviven información personal y profesional a menudo de manera indistinta. La pregunta que nos hacen es:

Marca personal - marca profesional, juntas y revueltas?

Pues bien, en mi caso podría decirse que juntas y bien revueltas. Vamos, que mi cuenta personal es la profesional y viceversa. Me siento incapaz de crear dos y publicar por separado ya que, si así fuera, la puramente profesional estaría muy parada.

Cuando abrí mi cuenta en Twitter y empecé a escribir este blog lo hice siendo residente y desde una visión totalmente personal (no tenéis más que leer la primera entrada de Carpe Diem para comprobar que fue así).  Pero Twitter no tardó en acercarme al  mundo de la blogosfera sanitaria, con "followers" que acabaron convirtiéndose en buenos amigos y, poco a poco, de una u otra manera, me animaron a hablar más de mi vida como médico, concretamente, de una especialidad bastante desconocida como es la oncología radioterápica.

Con todo esto, ¿qué quiero deciros?. Pues que nací profesionalmente teniendo blog y twitter, crecieron conmigo como médico, fueron el origen de la Doctora Malos Pelos y ahora no sería capaz de separarlos. Si está mejor o peor no lo sé, pero soy así y quiero pensar que si mis pacientes llegan a mi cuenta o a mi blog no por eso me considerarán peor médico. Es más, si no fuera porque hace unos meses la hija de uno de mis pacientes comentó esa entrada seguiría viéndome como la Dra. Malos Pelos, esa que escribe de todo tal como la sale en Carpe Diem y en su cuenta de @MsConcu y a la que leen sus amigos, su familia... pero ninguno de sus pacientes.


La chica que se adentró en este mundo hace más de 3 años ha cambiado, ha crecido, ha aprendido compartiendo experiencias, buenos y malos momentos con quienes la leen detrás de las pantallas de su ordenador o de su móvil incluso estando a cientos de kms de distancia. Todo eso ha contribuido a que sea tal y como es hoy en día y no lo cambiaría. Sabe del alcance que puede llegar a tener gracias a las redes sociales y todo lo que dice lo hace desde el respeto, pero sin pensar continuamente en la cantidad de gente que puede llegar a leer lo que escribe porque, si así lo hiciera, le daría igual tener un perfil profesional y otro personal, simplemente dejaría de hacerlo.