Había empezado a hablaros sobre la Oncología Radioterápica y, aunque seguiré haciéndolo, para mí el blog siempre ha sido un medio de desahogo y hoy lo necesito con ese fin. Perdonadme porque sé que estos desahogos/reflexiones no son tan útiles, pero no puedo dejarlos.
Hoy me he visto como si me hubieran tirado un cubo de agua fría de realidad encima... Admito que a veces soy demasiado "ilusa", me gusta tener ilusiones y pensar que las cosas pueden ser así. Sé que la realidad está bastante lejos de ellas pero si no las tuviera no estaría donde estoy, ni sería lo que soy. Es mi "coraza", esa que me permite sacar una sonrisa todos los días a mis pacientes intentando hacer todo más llevadero para ellos, intentando crear un lazo de confianza entre nosotros para que todo sea un poco más fácil. Algo que me parece fundamental cuando hablamos de la salud.
Si yo me hice médico fue para curar a la gente, o, si no es posible, al menos ayudarles en ese proceso tan duro como es la enfermedad. Cuando se habla de la salud, hasta la gastroenteritis, el catarro o el dolor de cabeza "más tonto" te hace pasar malos ratos y si una cosa tengo clara es que al médico uno no va por gusto ni mucho menos (salvo raras excepciones, que es cierto que existen).
Si ya paso a hablar de lo que veo en mi especialidad con el cáncer, el estado en que llega el paciente a la consulta es de "miedo" "respeto" por la enfermedad, por lo que le podamos llegar a decir sobre ella, su tratamiento y su pronóstico... y pienso que es importante ser lo más cercano posible e intentar hacer más llevadera esa consulta. Considero que la empatía y el saber ofrecer una sonrisa a tu paciente es algo fundamental, y por eso me esfuerzo por hacerlo todos los días, lleve lo que lleve por dentro. Si tengo un mal día, me pongo mi coraza y ¡a por ello!, que el paciente no tiene la culpa de lo que me ha pasado y se merece lo mejor. Hago todo ésto por éso, porque tengo ilusión por crear esa relación de confianza entre el médico y el paciente que considero tan necesaria.
¿Qué pasa? Que hay días como hoy en los que me encuentro con la desconfianza que tienen muchos pacientes con sus médicos y se me quitan las ganas de todo, me planteo si estoy donde tengo que estar o si soy, perdonadme por la expresión, una imbécil que se ha hecho médico pensando en que eso se puede conseguir. Si no hay confianza entre el médico y el paciente, mal vamos... no?! Demasiados malos ratos nos llevamos los médicos cuando las cosas van mal, cuando no conseguimos curar al paciente y, no sólo eso, sino que la mejoría es mínima; cuando le causamos toxicidades que le hacen pasar malos ratos; cuando pedimos pruebas, a veces invasivas, que luego no nos dan ningún tipo de información... El paciente es el que más sufre, cierto, pero nosotros también sufrimos cuando pasan estas cosas. Más de una noche y más de dos las pasamos pensando en qué podemos hacer para tratar a tal paciente, qué solución podemos darle a su problema...
En fin, a diferencia de otras profesiones, en la sanitarias, y hablando concretamente de la mía como médico, nosotros tratamos con la salud de las personas con todos los pros y contras que eso conlleva. Los pros son muchos y compensan con creces a los contras, aunque sean menos. Al menos eso me pasa a mí, o me pasaba, hasta ahora. Digo me pasaba porque, visto lo visto, cuando una se encuentra con que un paciente duda de lo que le ha dicho su médico y, en vez de hablar con él sobre sus dudas, recurre a otro "a sus espaldas" o, peor aún, se fía más de lo que le dice una página de internet... mal vamos.
Me parece muy bien que se pida una segunda opinión, claro que sí, a veces es necesaria, sana... Somos humanos, no lo sabemos todo y ya se sabe eso de "4 ojos ven más que 2" pero siempre diciéndoselo a tu médico. Si no se lo dices, cuando le llegues con la opinión de un 2º y le digas cosas como "El Dr Tal de la Clínica Cual me dijo que estaba de acuerdo con el tratamiento que me propuso, así que, adelante" Tú médico te tratará pero te aseguro que la relación no será la misma, es inevitable que se marque una distancia y una cierta inseguridad por lo que uno dice/hace o deja decir/hacer.
Ese tipo de cosas conducen a otras como la medicina defensiva. Ahora todo está protocolizado y ojo no te saltes el protocolo que como algo vaya mal (por cualquier cosa! Aunque no tenga nada que ver con lo que has hecho o dejado de hacer) prepárate que puedes tener una reclamación , una demanda, a la vuelta de la esquina... ¿Qué hemos conseguido? Que ahora se pidan muchas más pruebas, muchas veces innecesarias y, no sólo eso, sino que se ponen tratamientos para "porsi"... que ufff!!! miedo me da! Por ej, en el tema de los antibióticos estamos consiguiendo que se creen cepas resistentes de tal manera que cuando llega la hora de la verdad y realmente hay una bacteria que tratar, cada vez nos cuesta más erradicarla. Y no sólo utilizamos mal, a la defensiva los antibióticos. También pasa ésto con otras muchas cosas.
Si ya paso a hablar de lo que veo en mi especialidad con el cáncer, el estado en que llega el paciente a la consulta es de "miedo" "respeto" por la enfermedad, por lo que le podamos llegar a decir sobre ella, su tratamiento y su pronóstico... y pienso que es importante ser lo más cercano posible e intentar hacer más llevadera esa consulta. Considero que la empatía y el saber ofrecer una sonrisa a tu paciente es algo fundamental, y por eso me esfuerzo por hacerlo todos los días, lleve lo que lleve por dentro. Si tengo un mal día, me pongo mi coraza y ¡a por ello!, que el paciente no tiene la culpa de lo que me ha pasado y se merece lo mejor. Hago todo ésto por éso, porque tengo ilusión por crear esa relación de confianza entre el médico y el paciente que considero tan necesaria.
¿Qué pasa? Que hay días como hoy en los que me encuentro con la desconfianza que tienen muchos pacientes con sus médicos y se me quitan las ganas de todo, me planteo si estoy donde tengo que estar o si soy, perdonadme por la expresión, una imbécil que se ha hecho médico pensando en que eso se puede conseguir. Si no hay confianza entre el médico y el paciente, mal vamos... no?! Demasiados malos ratos nos llevamos los médicos cuando las cosas van mal, cuando no conseguimos curar al paciente y, no sólo eso, sino que la mejoría es mínima; cuando le causamos toxicidades que le hacen pasar malos ratos; cuando pedimos pruebas, a veces invasivas, que luego no nos dan ningún tipo de información... El paciente es el que más sufre, cierto, pero nosotros también sufrimos cuando pasan estas cosas. Más de una noche y más de dos las pasamos pensando en qué podemos hacer para tratar a tal paciente, qué solución podemos darle a su problema...
En fin, a diferencia de otras profesiones, en la sanitarias, y hablando concretamente de la mía como médico, nosotros tratamos con la salud de las personas con todos los pros y contras que eso conlleva. Los pros son muchos y compensan con creces a los contras, aunque sean menos. Al menos eso me pasa a mí, o me pasaba, hasta ahora. Digo me pasaba porque, visto lo visto, cuando una se encuentra con que un paciente duda de lo que le ha dicho su médico y, en vez de hablar con él sobre sus dudas, recurre a otro "a sus espaldas" o, peor aún, se fía más de lo que le dice una página de internet... mal vamos.
Me parece muy bien que se pida una segunda opinión, claro que sí, a veces es necesaria, sana... Somos humanos, no lo sabemos todo y ya se sabe eso de "4 ojos ven más que 2" pero siempre diciéndoselo a tu médico. Si no se lo dices, cuando le llegues con la opinión de un 2º y le digas cosas como "El Dr Tal de la Clínica Cual me dijo que estaba de acuerdo con el tratamiento que me propuso, así que, adelante" Tú médico te tratará pero te aseguro que la relación no será la misma, es inevitable que se marque una distancia y una cierta inseguridad por lo que uno dice/hace o deja decir/hacer.
Ese tipo de cosas conducen a otras como la medicina defensiva. Ahora todo está protocolizado y ojo no te saltes el protocolo que como algo vaya mal (por cualquier cosa! Aunque no tenga nada que ver con lo que has hecho o dejado de hacer) prepárate que puedes tener una reclamación , una demanda, a la vuelta de la esquina... ¿Qué hemos conseguido? Que ahora se pidan muchas más pruebas, muchas veces innecesarias y, no sólo eso, sino que se ponen tratamientos para "porsi"... que ufff!!! miedo me da! Por ej, en el tema de los antibióticos estamos consiguiendo que se creen cepas resistentes de tal manera que cuando llega la hora de la verdad y realmente hay una bacteria que tratar, cada vez nos cuesta más erradicarla. Y no sólo utilizamos mal, a la defensiva los antibióticos. También pasa ésto con otras muchas cosas.
Así que me encuentro un día como hoy desilusionada, decepcionada, planteándome si no estaría mejor haciendo otra cosa lejos de la salud. Me quedan dos meses para acabar la residencia y no sé qué será de mi vida laboral después de ésto, dónde iré... Se acaba una etapa para dar paso a otra y sí, se supone que debería pensar en que los cambios son buenos, que seguro que me llegan muchas cosas buenas, cambios positivos pero, ¡¿y si no es así?!
No llevo nada bien la incertidumbre y ahora que me encuentro con esa desconfianza me planteo si no debería hacer otra cosa que no fuera la medicina. Algo sin tanta responsabilidad que a veces te trae tantos disgustos y ningún tipo de compensación... En el fondo sé que si no soy médico no valgo para nada, vamos, quiero decir, que he nacido para ser médico, me gusta mucho la medicina, y en concreto me gusta mucho la Oncología Radioterápica, mis pacientes y el trato con ellos pero... uffff!!!! A veces te planteas dejarlo todo porque total, ¡¿relamente merece la pena llevarte estos disgustos?!
No llevo nada bien la incertidumbre y ahora que me encuentro con esa desconfianza me planteo si no debería hacer otra cosa que no fuera la medicina. Algo sin tanta responsabilidad que a veces te trae tantos disgustos y ningún tipo de compensación... En el fondo sé que si no soy médico no valgo para nada, vamos, quiero decir, que he nacido para ser médico, me gusta mucho la medicina, y en concreto me gusta mucho la Oncología Radioterápica, mis pacientes y el trato con ellos pero... uffff!!!! A veces te planteas dejarlo todo porque total, ¡¿relamente merece la pena llevarte estos disgustos?!
He hablado como médico, de la desconfianza de algunos pacientes hacia nosotros, pero admito que también pasa a la inversa, muchos médicos desconfían de sus pacientes y estamos en las mismas. Si no hay confianza en esta relación las cosas no pueden ir bien... algo va mal.
Creo en lo que dices de que es necesario que el paciente confie en su médico. Y también que a veces se deje operar en el "curso natural de las cosas" de nada sirve intentar saber información anticipada por otras vías...
ResponderEliminarEs cierto que a veces es complicado simplemente por personalidades, xejem. q opinas tu que se le debería decir a un paciente la primera vez que se le va a explicar / decir que tiene cáncer? porque ahí creo que se forjan muchas cosas no?
Gracias
Venga ánimo Tere! Una entrada en el blog como ésta ya justifica que sigas ahí porque, aunque no te lo creas, es muy útil la visión que das y nos aporta muchas cosas.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que cuentas, pues es difícil dar consejos o profetizar porque supongo que hay vivencias que sólo la experiencia nos hace gestionar mejor según se van presentando. Y ninguno estamos libres de que un gesto, una palabra o una decisión de un paciente tenga un efecto devastador en nosotros. También pasa al revés.
Supongo que la gente que tiene un cáncer siente el aliento en la nuca de un terrible monstruo que les persigue y supongo que poner tu "salvación" en manos de un "desconocido"...es un paso de mucho valor que a veces cuesta.
A mí me da la impresión de que si estás ahí cada vez que te necesitan, incluso respetando todas sus decisiones, al final la gente percibe que eres "de ley".
Mi mujer, tb médico, en ocasiones comenta "porqué no trabajaré como cajera del corte inglés", dicho sea desde el absoluto respeto hacia cuaquier profesión. Ejercemos una profesión en estrecho contacto con el bien universalmente más ansiado: la vida. Responsabilidad: mucha. Nuestra función: poner los medios necesarios para que el paciente en la medida de lo posible mantenga, recupere la salud perdida.De no se así, acompañarle y aliviarle. Independientemente de que nos adoren, duden, critiquen... desde el respeto por supuesto. Ante todo profesionales de la medicina; aunque claro, quien no prefiere un halago a la desconfianza.
ResponderEliminarComo tu bien dices después de diez años de formación es lo que mejor sabes hacer...
"El paciente es el que más sufre".
ResponderEliminarOjalá todos los médicos lo tuvieran tan claro y demostraran la sensibilidad que muestas en esta entrada. Por ejemplo, bravo por esa reflexión final: muchas veces la desconfianza nace del médico y el enfermo la siente. Por otro lado, la confianza nunca es automática. Si alguien no quiere otorgárnosla de oficio, no hemos de tomarlo como una ofensa. Es lo más natural.
Precisamente porque el paciente es el que más sufre, y más en casos de cáncer, creo que el médico debe ser comprensivo e incluso esperarse que pida segundas, terceras opiniones, referencias en Internet y lo que haga falta. Sí, hay muchos buenos médicos. Pero también lo hay muy malos, todos lo sabéis.
La confianza es algo que se construye poco a poco. Ante una enfermedad grave, el paciente, asustado, puede creer que no tendrá ese tiempo y, en la duda, prefiere no jugarse la vida a la decisión de un solo facultativo. Es legítimo. Es su vida.
Y ¿qué hay de la descnfianza de médico a médico?, esto es lo crea más incertidumbre en todos, médicos y pacientes. Pienso que es normal lo que sientes ahora, pero lo más normal de todo en temas de salud es consultar varias fuentes, mira a tu entorno más próximo, muchas veces tampoco se fían sólo de tu palabra y ellos sí son de confianza. Esto sí que nos pasa a muchos sanitarios, se fían más de alguna vecina que lo que dice su hij@, heman@... sanitario. Aprende a vivir con esto, y sigue como hasta ahora. Por lo que veo en el blog seguro que lo harás muy bien.
ResponderEliminarEsta entrada la escribiste ayer... sé que hoy ya no tendrás ninguna duda de que estás donde debes estar :)
ResponderEliminarTodavía no he estado en esta situación, pero lo de las segundas (y terceras y cuartas) opiniones es algo que cada vez serán más frecuentes, y debemos acostumbrarnos a que eso no nos desestabilice. Comparto contigo que la relación se verá resentida, y más si se hace a las espaldas como en este caso, pero más allá de eso nunca puede hacerte dudar de tu labor como médico.
Un besazo y anímate preciosa!
Supongo que como en todo, por mucha confianza que tengan en su médico, siempre hay dudas (y más con una enfermedad como es el cáncer) y quizá el hecho de que confiesen que han consultado demuestre más confianza de lo que parece...
ResponderEliminarÁnimo con estas cosas. Imagino como debe doler, después del esfuerzo, de ilusionarse o llorar con los pacientes..pero como dices, estás ahí porque es donde tienes que estar, donde quieres estar aunque duela.
Un besazo :*
Yo creo, y así nos han enseñado, que lo primordial en el desempeño de la medicina es la confianza en la relación médico/paciente, huyendo del paternalismo médico y de las situaciones en las que el paciente se torna como el único mandatario según la información que ha logrado obtener por diversas vías.
ResponderEliminarJustamente el otro día, rotando por Cirugía Pediátrica, se nos presentaba un caso de un niño en seguimiento de un hipospadias, en el que sus padres, a escondidas, habían estado consultando en clínicas privadas por no fiarse del equipo de la Seguridad Social. ¿Qué ocurrió? Pues que le operaron mal y tuvo muchas complicaciones, y fue cuando los padres lo llevaron de nuevo a la S.S. Imagínate la desilusión de los médicos al ver lo que habían hecho los padres a escondidas, y peor aún, cómo había quedado el niño.
Este tipo de conductas es lo que rompe la relación M/P, y es lo que debemos evitar.
Y ahora te digo que no te desanimes y sigas adelante, seguro que merece la pena ;)
Un bss, y perdona por el tocho xD
Cristel, lo que me preguntas sobre qué debería decírsele a un paciente cuando se le diagnostica un cáncer es muy complicado, me daría para un post entero y aún así no sé si sabría responderte porque cada persona es un mundo y hay muchas formas de decir las cosas.
ResponderEliminarSoy de la opinión de que no hay que ocultar nada al paciente (siempre y cuando él no nos diga eso que nos dicen a veces de "yo no quiero saber nada, dígaselo todo a mi mujer, marido hijo/hija..."). Pero tampoco le diría de golpe: Tiene usted un cáncer, en una visita en el que uno viene a por los resultados de x prueba...
El diagnóstico del cáncer suele ser todo un proceso, donde por medio hay varias pruebas complementarias que suelen terminar en la biopsia que es la que nos da el diagnóstico definitivo. Por eso es algo que hay que ir introduciendo poco a poco, según se va estudiando, como una posibilidad, para que llegado el momento de decir que tiene un cáncer, el paciente ya lo tenga, más o menos, asumido. Son cosas que no se pueden asumir con facilidad, lo sé, pero al menos estará más preparado para la noticia. En fin, es complicado pero no te puedo decir una fórmula concreta para dar la noticia. Espero que mi opinión te sirva de algo...
Un abrazo enorme, wapetona!!!
Iñaki, es cierto, el cáncer es una enfermedad dura, díficil de asumir y espero conseguir que exista esa relación de confianza recíproca entre nosotros. La considero tan importante que la tengo como una de mis primeras metas como médico. En fin, espero conseguirlo.
ResponderEliminar@alguiensingular, sí es lo que mejor se hacer y no me veo de otra cosa que no sea de médico, concretamente, de Oncóloga Radioterápica. Me gusta mucho todo lo que rodea a mi especialidad y por mucho que en momentos de debilidad haya pensado que sería mejor dejarlo, no lo haré. Lo único es que veo muy importante crear esa relación de confianza recíproca y espero conseguirlo. Por suerte no me ha pasado a mí lo de que hayan pedido información a otro compañero, en otro centro, sin decirme nada antes, pero lo he visto y no puedo evitar que me duela... Aunque sí, es lógico y respetable que lo hagan, más en un tema tan delicado como el cáncer. En breve salgo del "nido de mi servicio" donde he hecho la residencia y confío en conseguir llegar a ser una buena médico para mis pacientes.
Alain, totalmente de acuerdo: "la confianza es algo que se construye poco a poco" Y entiendo que en un tema tan delicado como este se pidan 2ª 3ª 4ª... opiniones si hace falta. A mí todavía no me ha pasado lo de que hayan pedido otras opiniones sin decirme nada, pero lo he visto y en cierto modo me duele, me gustaría que confiaran en su médico a la hora de decir: "Mire, no me fío, prefiero que me vea otro médico por si tiene una solución mejor que ofrecerme" Ojalá me lo dijeran así. Si eso me pasa te aseguro que lo entenderé. Por eso una de mis metas, como he dicho a Iñaki, es forjar esa relación de confianza mutua con mis pacientes.
Un abrazo muy fuerte a los 3 y gracias por comentar!!!!
Carmen, es cierto, también existe la desconfianza entre los médicos, ese sería otro tema importante que requeriría un post entero. Muchas gracias por tu apoyo!!!! :)
ResponderEliminarAnna, nebulina, muchísimas gracias por vuestro apoyo siempre!!! Sois dos soles y llegaréis a ser grandes médicos, de eso no tengo ningún tipo de duda! :) Sé que en una enfermedad tan dura como el cáncer es normal que el paciente busque otras opiniones y pueda llegar a desconfiar si lo que le dices no es lo que más le gustaría o esperaba oir, pero veo fundamental conseguir que haya confianza entre nosotros, esa es una de mis metas como médico. Lo de la 2ª opinión no me pasó a mí personalmente, pero lo he visto y no sé, duele... Se entiende pero no por eso deja de doler. Espero que mis pacientes tengan la confianza de decirme las cosas antes. Si no es así y acaban volviendo os aseguro que, aunque el otro día estaba un poquillo enfadada, no cambiaré mi actitud hacia ellos. Eso nunca, ¿que luego siempre se tiende a coger más cariño a unos que a otros? sí, como con todas las personas en esta vida, hay algunas con las que tenemos más afinidad que con otras pero eso, para nada cambiará el trato y la relación de respeto mutuo fundamental en nuestra profesión (realmente es fundamental en todas pero cuando se habla de la salud y la vida de un paciente mucho más todavía). A día de hoy estoy mucho más animada, espero que estas cosas no os desanimen! Es la profesión más bonita del mundo!!! ;)
Irene, muchísimas gracias!!!! Me ha encantado leer tu opinión. El ejemplo que me pones de ese niño es un triste ejemplo de a lo que puede llevar esa desconfianza. Cuando se habla de los hijos, la inseguridad, desconfianza y todos los sentimientos se multiplican y lleva a los padres a hacer cosas como esa. Es muy duro para un padre llevar la enfermedad de su hijo y si encima, pensando que iban ahacer lo mejor por su hijo, acaban metiendo la pata... ufff! Me imagino que lo estarán pasando fatal... :( Espero que todo acabe bien. Y sí, me imagino que la desilusión de sus médicos de la SS al ver todo lo que había pasado fue enorme...
De verdad, nada de tocho, me ha gustado muchísimo y claro que me ha servido!!! Estás en 5º? Ánimo!!! En nada y menos te encuentras como yo, acabando la residencia! El tiempo vuela! :)
Muchísimas gracias a las 4 por comentar!!!
Un abrazo!!!
Sea para un catarro, sea para el cáncer, es la confianza lo que cimienta esa relación. Claro. Pero lo mismo pasa, debería pasar, con tu abogado o con el que arregla el lavaplatos. Y la desconfianza suele ser la misma. Y tambien preguntamos otras opiniones.
ResponderEliminarLa base, en mi opinion, es siempre la misma: somos personas. Y en nuestro caso, tratamos con personas enfermas, que temen por su salud, por su futuro, por su vida.
Los pacientes pueden equivocarse,m como nosotros. Tienen ese derecho, y el problema, creo, es que lo tomemos como algo personal. Buscan segundas opiniones y, eso si, el problema es que las encuentren. Y si es en internet, o en libros, siempre se puede rebatir.
El problema grave es cuando otro médico opina, y se mezclan el dinero, la crítica a otro profesional, el prestigio, etc. Como bien decías, para otra entrada que esperamos ansiosos.
Tu a lo tuyo: profesionalidad, humanidad, tacto,...
Animo. Cada día tiene su afán.
Rafa, lo primero de todo, ¡muchísimas gracias por comentar!
ResponderEliminarEs cierto, el problema está cuando nos lo tomamos como algo personal. Salvo en contadas ocasiones, que por supuesto existen, el motivo de pedir una 2ª opinión no es por algo personal ni mucho menos, sino más bien por el miedo que se tiene cuando uno está enfermo y que a veces nos dicen cosas que no queremos oír o no esperamos oír por lo que sabíamos gracias a internet, un libro o, por poner un ejemplo, nuestro vecino cuya madre "tenía el mismo problema"... En fin, hay muchas fuentes posibles que hacen que luego, si algo no concuerda, aparezca la desconfianza. En ésto también tienen un papel importante nuestros compañeros, los demás médicos de otras especialidades, que nos remiten al paciente a veces con una idea de tratamiento que luego por x o por y no consideramos oportuna, adecuada, y es entonces cuando al paciente le surgen esas dudas, totalmente comprensibles: "¿Por qué ahora me dice que no me puedo tratar si el otro día su compañero me dijo que sí?!" Menos mal que cuando esto pasa, uno habla con su compañero, le argumenta el por qué de su decisión y se suele acabar hablando los dos con el paciente (cada uno en su respectiva consulta), resolviéndole sus dudas. Si aún así seguimos opinando distinto y demás, es lógico que el paciente acabe pidiendo una 3ª opinión... No me he visto en esta situación, por suerte no es la más común o, al menos en mi corta experiencia, no he visto muchos casos así. Pero cuando pasan entramos en ese tema de la desconfianza entre nosotros, los médicos y eso sí que es un problema... A ver si me animo y os escribo una entrada sobre eso, aunque es muy complejo!
Por no hablar cuando entra el dinero de por medio... ufff!!!! Eso de que un tratamiento no está indicado en la Sanidad Pública pero sí en la Privada... :(
Como bien dices, yo a lo mío, ojalá consiga ser una buena médico, trabaje en la pública o en la privada seguiré siempre mis principios (aunque a veces puede ser difícil si algo te viene "impuesto de arriba" y te encuentras con que puedes vivir situaciones incómodas... Menos mal que estas son las excepciones!!!)
Gracias a tu comentario se me han ocurrido unas cuantas cosas más de las que hablar pero son tan complejas que no sé si sabría abordarlas.
Un abrazo!
Sólo añadir que claro que me incluyo en lo de los compañeros de otras especialidades cuando yo misma remito a mi paciente a un compañero creyendo que algo está indicado y finalmente no es así... Pero admito que en ese caso, como el que sabe es el especialista en concreto al que le he pedido la interconsulta, no suelo tener problemas en admitir que estaba equivocada
ResponderEliminarPues yo solo añadir que somos personas, con todo lo bueno y lo malo. Que nos equivocamos. Que sufrimos y gozamos. Que amamos y odiamos. Y que salvo los divos, los gurus, los que prefieren pedir perdon a permiso porque no hacen ninguna de las dos cosas, los demás lo aacaptamos, o casi.
ResponderEliminarYo cada día me equivoco.
Cierto Rafa, ante todo somos personas, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. Como decía hoy Ramón en el blog de la Dra Jomeini:
ResponderEliminar"Un médico malo es el que comete siempre los mismos errores. Uno bueno es el que sigue cometiendo errores, pero diferentes cada vez."
Yo confiaba en los médicos, en la medicina. Hasta que perdí a mi primera beba dentro de la panza y los médicos me agregaron dolor al ya inmenso que sentí ese día.
ResponderEliminarNunca ninguno se presentó, me dijeron cosas insensibles como volvé en 4 hs para legrado pero si tenés a la bebé en tu casa traéla en un tupper (en un tupper??! ahí guardo comida!), nadie me dijo un "lo siento" nadie mostró sensibilidad por la infección uterina con la que batalle por una semana para que no se convierta en sepsis. Nadie me dijo que mi amada beba iba a ir a parar a la basura por pesar menos de 500g. Nadie, nunca fue humano conmigo. Y desde ese día no he vuelto nunca más a confiar en un Médico en quien no conozca. Ni lo haré. Solo me trato con mi clínico, que me abraza y me pregunta como estoy en cada visita y eso se agradece muchíííísimo.
En tu post se puede leer a una médica sensible, preocupada por sus pacientes, angustiada por ellos. Que trata de darles lo mejor que puede y encima en su peor momento, luchando contra el cáncer. Vamos, adelante Dra, siga siga! Que va por buen camino mostrando su lado humano.
Ceci, muchísimas gracias por tus palabras. Siento muchísimo lo que te pasó... No me extraña tu decepción... te dijeron lo del tupper?! Ufff!!! :((((
ResponderEliminarNo puedo decirte nada más que ante casos así no es de extrañar que no confiéis en muchos médicos... Espero que nunca vuelvas a encontrarte ante una situación así, de verdad.
Un abrazo no grande sino enorme! Gracias por todo lo que dices de mí, estas cosas son las que me motivan a no dejar mi profesión ya que, a pesar de que la considero la más bonita del mundo, de vez en cuando nos trae unos cuantos disgustos...
Me ha encantado tu entrada. Llevo más de treinta años de ejercicio profesional y, después de leerlo, he llegado a la conclusión de que ya estas preparada para ser una excelente profesional. Tu gran sensibilidad y tu formación te ayudaran, no lo dudes. Tendrás decepciones, éxitos profesionales pero te irán curtiendo y creciendo como médico ¡Ánimo!
ResponderEliminarOpino como Alain Ochoa:
ResponderEliminarEl paciente es el que más sufre .
Particularmente (como paciente) no desconfío del facultativo, sino de lo enseñado en los laboratorios de la facultad,financiado por las grandes farmacéuticas.