Hace unos días un buen amigo me pasó el siguiente artículo:
‘These models are able to identify reliably those patients with expected prognoses of 'days', 'weeks', or 'months/years' and can be used in either competent or incompetent patients and in circumstances when blood results are available and when additional investigations would be inappropriate"
"Using 11 variables, including pulse rate, mental health score and C-reactive protein levels, the researchers developed four models for predicting survival."
‘When combined, the prognostic models were at least as good as a multi-professional clinical estimate of survival; when blood results are available, the models were significantly better than either a doctor’s or a nurse’s prediction (but not a multi-professional estimate).’
Lamento no estar del todo de acuerdo... en fin... Tiene su lógica ya que usa analíticas, constantes vitales, test de salud mental... pero nunca, nunca, nunca, sustituirá a los profesionales sanitarios. O al menos eso espero...
Empezando por algo tan simple como que hay que hacerles esas pruebas, test... Es cierto que decir cuánto tiempo le queda a un paciente terminal es difícil. Entre otras cosas porque a nadie le gusta decir: "le quedan horas, días..." pero, ¿realmente alguien necesita que le digan que le quedan a él/ella o a su familiar unas horas, unos días o unas semanas con precisión? Creo que no. Es más, os imagináis al medico diciéndoles: "Espere un momento, que tengo una aplicación la mar de exacta" Meter los datos y decir: "Le quedan 15 días +/- 3" Alucinante.
Como oncóloga radioterápica me he encontrado en varias ocasiones con el: "Mi hijo vive fuera, ¿le digo que venga?" Y en esos casos os aseguro que nunca he tenido dudas. Si se trata de los pacientes en situaciones terminales en los que supongo que la aplicación será mas exacta, mi respuesta siempre es la misma: "Sí, cuanto mas tiempo pueda estar con él/ella mejor".
Cuando el propio paciente es quien nos comenta que tiene cosas que arreglar , que hacer, y le gustaría saber cuánto tiempo le queda, más o menos, le podemos dar de una forma bastante precisa la respuesta que necesitan. (Aunque estos casos, admito que por suerte, son los menos)
No sé si estoy siendo dura, pero no lo comparto. Es más, si nos ponemos en las situaciones en las que les quedan meses, años, permitidme que os diga que dudo mucho que la aplicación lo acierte con precisión. Cada persona es un mundo, hay enfermedades con una sorprendente mala, perdonadme la expresión, leche. Malísima, os lo aseguro, y en esos casos fijo, fijo, que se equivocaba.
Y por último añadir que no hay nada como hablar con el paciente y su familia en cuestión para ,primero, saber que es lo que necesitan saber y segundo, precisar cuanto tiempo le queda. Una mirada, un gesto, una expresión, vale mas que mil palabras y eso, a día de hoy, no hay aplicación que lo valore.
Este tipo de artículos me dan mucho que pensar, ¿llegaremos algún día a esto?:
Hola; respecto a algoritmos de pronostico la polemica no es nueva; simplemente se ha trasladado desde los PC fijos a los Smartphones cosa lógica en este tiempo. Ya hace bastante que se publican artículos sobre ensayos comparativos y estudios pre- post en los que se aplicaban algoritmos que predecian la supervivencia en UCI basándose en constantes vitales, parámetros de la ventilación mecánica y parámetros de análisis de sangre...
ResponderEliminarEl tema es; ¿podemos dejar los profesionales que un algoritmo decida hasta donde seguir? ¿y la familia del paciente? ¿y sus últimas voluntades (si las tuviese)? ¿y los criterios de eficiencia con los recursos disponibles?...
Hola, buenos días!
ResponderEliminarLa verdad es que no sabía de la existencia de este tipo de aplicaciones para PC porque, entre otras cosas, nunca me lo había planteado...
Buenas preguntas, para mí la respuesta está clara. No podemos basarnos en un algoritmo para decidir... Podemos ayudarnos con él pero de ahí a que decida por nosotros, o ser nuestra única base para tomar una u otra decisión, eso sí que no.
Muchas gracias por comentar por aquí,
Un abrazo