Tengo noticias, artículos que me han pasado buenos amigos y espero ponerme al día pronto con el blog, pero hoy no puedo dejar de dedicarlo a una reflexión que un oncólogo médico ha hecho esta mañana en un comité de tumores (donde participan oncólogos médicos, radioterapeutas, cirujanos, patólogos, radiólogos...) :
- ¿Por qué cuando llegan las vacaciones aumenta el índice de irresecabilidad?
Gran pregunta y no le faltan razones para plantearla. Es acercarse, en este caso la navidad, y aumentar el nº de interconsultas que llegan a nuestro servicio de forma importante. Como podéis imaginaros cuando son irresecables (es decir, no se pueden operar), hay más pacientes que se derivan a Oncología (Médica y, por supuesto también, Radioterápica). Y no, no debería ser normal que pase algo así y pasa, es triste pero real como la vida misma.
¿Qué quieren decir este tipo de cosas? ¿Qué podemos decirles a nuestros pacientes?: "Uf! Mala suerte la tuya, te ha tocado en mala fecha y lo que en otra época intentarían por ser este momento mejor lo dejan..." Es evidente que no me refiero a los casos buenos, estupendos, de buen pronóstico, localizados, que con una cirugía si no se curan directamente, casi... Ni tampoco a las urgencias que precisan de una cirugía urgente. No, me refiero a los casos más complicados que, por éso, por ser más complicados y por estar en unas fechas como éstas, ni si quiera se lo plantean...
Esta pregunta se la hacía el oncólogo médico pero yo me hago otras tantas como: ¿Por qué es llegar un fin de semana, puente, festivo, periodo vacacional y aumentar las interconsultas a oncología radioterápica por mal control del dolor, compresiones medulares (que llevan tiempo si no instauradas, casi...), metástasis cerebrales donde lo mejor es dejar al paciente sin meterle en tratamientos...?
Os diré el porqué, porque en vacaciones o somos menos, el nº de pacientes es el mismo y, cuando uno se ve saturado tira balones fuera como puede... Es duro, pero pasa. En cuanto a los fines de semana... En fin, son muchas las causas, pero suele ser justo antes cuando se quiere dejar todo resuelto y toma, la PIC (Petición de InterConsulta) que no he hecho durante la semana la hago ahora, porque yo ya no sé qué hacer y si puede ser que ellos la resuelvan mejor que mejor. Es más, así al menos a la familia puedo decirle que "está pendiente de que le valore..."
Una cosa está clara y es que las prisas no son buenas y trabajar con prisas en una profesión como es la medicina no es bueno sino todo lo contrario. Si no tenemos el tiempo que es necesario para valorar a nuestros pacientes con detenimiento, revisando bien la historia, escuchándoles... difícilmente le daremos el mejor trato. Y poder hacer las cosas como deben hacerse a veces es tan difícil...
Durante esta semana no he parado y, por desgracia, he comprobado que el tiempo es oro y más en una especialidad como la mía. Por desgracia los médicos somos humanos, sólo tenemos una vida, no podemos doblarnos y ésto nos lleva a que sean muchas las ocasiones en las que simplemente no demos de más. Triste, pero cierto. Ni aún echando horas a veces tenemos el tiempo que necesitamos...
¿Qué pasa, qué es lo peor de todo? Que tratamos con pacientes con cáncer, con una enfermedad donde no se puede perder el tiempo, donde normalmente el margen que tenemos es pequeño y, cuando nos lo tomamos, es a costa de otros especialistas que nos dan ese "kit-kat" que tanto necesitamos para respirar.
¿Con ésto qué quiero decir? Que todos estamos igual, que no tenemos el tiempo que necesitamos y estamos tratando con personas. Que ojalá de nosotros no dependiera que se curen o no, pero depende y que, si saturamos otro servicio con cosas que puedes o deberíamos abarcar nosotros, luego éste no puede ofrecer el mejor tratamiento al que realmente debería ofrecérselo...
Siento esta reflexión en voz alta pero esta ha sido una semana que me ha superado en muchos aspectos, he visto cosas que no me han gustado y me he sentido impotente. Cosas que me han hecho llegar a casa agotada física y anímicamente y que, lejos de pensar que ésto cambiará, siento que seguirá siendo así siempre lo cual me desanima mucho más.
Puede que el secreto sea acostumbrarse, que con el tiempo será algo que me pase y terminará afectándome menos... Pero, si bien es cierto que por mi salud puede que sea lo mejor y seguramente acabe sucediendo como mecanismo de defensa, es algo que a día de hoy sigo esperando que no me pase nunca.
En un estudio clásico, las cesáreas se hacían en los EEUU con mayor frecuencia alrededor de las 5 de la tarde, hora en la que los médicos salían de trabajar.
ResponderEliminarSolo son datos, pero que nos dan pistas de la realidad.
Cada uno...
Bien dicho.
Gracias Rafa!!!!
ResponderEliminarY tantas pistas que nos dan... ufffff!!!!
Un abrazo!!!!
Genial como siempre, pero me quedo con el reto del final... lo hacemos este año otra vez?
ResponderEliminar#abstenersemalpensados, jajaja...
Qué dice el resto?
Iñaki! Que te me has ido de post!!! jajajaja!!!! Creo que de momento los únicos animados somos nosotros dos pero mira, por mí seguimos adelante, sólo que hay que decidir villancico y poner fecha (yo voto para después de año nuevo, entre año nuevo y reyes)
ResponderEliminarQué te parece?!
Un besote enorme!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Hola
ResponderEliminarEs muy tarde pero Tere, solo una cosa: no te pasará nunca. Estoy segurísima.
Besos