Hoy quería hacer una entrada dedicada a Severiano Ballesteros, centrándome en el artículo que ha sido publicado esta mañana en EL PAÍS que narra la última conversación que mantuvo con su oncólogo:
"solos venimos y solos nos vamos, pero en el camino, lo único que tienes es tu familia. Cuídala "
Realmente pondría todo el artículo aquí así que mejor os recomiendo que lo leáis, merece la pena y mucho. Me llama la atención lo que dice su oncólogo al final:
"La intensidad que brotaba de sus ojos, la fuerza con la que me apretó las manos cuando nos despedimos, eran el simple reflejo de que él había decidido que ya era el momento de jugar ese partido a un solo golpe ." (..) "Y entonces, después de vencer en todos esos campos, otra vez, él decidió cuándo y dónde jugaba su último partido "
Y me llama la atención porque es algo totalmente cierto. Al menos por lo que he vivido y visto hasta hora, siento que es así. Cuando el cáncer está en ese punto de no retorno, no curación, cada uno "decide", en la medida de lo posible, cuánto vive. No me entendáis mal, lo que quiero decir es que uno lucha, lucha y pasa los baches que van surgiendo en el camino hasta que llega un punto en que considera que ya no puede más, ya ha hecho todo lo que ha podido y es hora de "relajarse".
Suele lucharse hasta que se resuelven cosas que se tienen pendientes y se considera que se deja todo bien atado. No digo que siempre sea así ni mucho menos pero por lo que he vivido, lo veo así. Y no hablo sólo de mis pacientes sino de alguien mucho más cercano. Él aguantó hasta que terminé la carrera de Medicina y, cuando ya estaba en primer año de residencia y otro bache apareció, luchó, luchó todo lo que pudo (e incluso más) por mi madre, mis hermanos y, aunque suene egocéntrico, principalmente por mí. Yo se lo pedí y él lo intentó, pero, como nos dijo, ya no tenía las mismas fuerzas que al principio y no sabía hasta cuándo podría luchar. Se quedaba tranquilo dejando todo "encarrilado" y "atado" y... finalmente nos dejó... :(
En fin, no sé por qué pero llega un momento en que uno sabe que el final llega. Es entonces que se para a pensar en todo lo que ha hecho en su vida, en lo que deja y, cuando se queda tranquilo con todo ésto, se "marcha". No sé cómo, pero creo que es así, y, al parecer, por lo que cuenta su oncólogo, a Seve Ballesteros también le pasó algo similar.
Para terminar quería enlazaros la Fundación Seve Ballesteros
"Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte."
Leonardo Da Vinci
Como dice su oncólogo:
" él decidió cuándo y dónde jugaba su último partido (...). Y por cierto que jugó... y ganó..., aunque todavía no lo podamos entender."
Magnífico, tierno y real. Uno deberia irse cuando asi lo decide. Hay quien lo consigue, y eso es bueno para ellos y para los que les rodean. Hay quien no, y suele ser malo para ellos y los demas.
ResponderEliminarEl final es,... dificil. Complejo. No se como enfrentarme a el. Al de los seres queridos cuando me ha tocado, ni almio.
Gracias Tere.
Rafa, muchísimas gracias!!!!
ResponderEliminarEs cierto, el final es difícil, complejo y no todo el mundo puede irse cuando así lo decide, pero , otra cosa que sé, o al menos creo, es que para los que es más difícil es para los que nos quedamos aquí, no crees?
Yo no supe enfretarme como debía, bueno, cuando llego la hora del adiós creo que estaba relativamente preparada, pero sólo relativamente... no lo llevé de la mejor de las maneras :(
Nada que agradecer! Gracias a ti por comentar y estar por aquí siempre!!!
Un abrazo enorme!
Tuve que tomar la decision final sobre mi padre, y no soy el mayor de los hermnanos, aunque sea el medico. Casi me ha pasado con mi abuela, que ha muerto este fin de semana. Acompañe a mi abuelo medico en sus ultimos momentos,... Recuerdos terribles aunque con mucho amor por los tres.
ResponderEliminarNo creo que se aprenda, aunque seguro que si a tratar con ello. Os admiro a los que trabajais tan cerca de la linea.
Decir adiós es difícil pero si sabes que es para siempre y sin marcha atrás, pues la cosa ya es complicadísima. Decidir el momento y como se suele decir "marcharse en paz" debe ser una de las mejores opciones, seguro, pero así y todo, los que se quedan lo pasan mal como bien dices.
ResponderEliminarEl artículo del oncólogo de Seve es bueno pero sobre todo humano, muy humano.
A mi también me ha llegado hondo el artículo del País y tu post.
Besotes !!!
Rafa, lo siento muchísimo!!! No sabía nada :((((. Lo de tu padre lo entiendo, yo tampoco soy la mayor de mis hermanos (de hecho soy la pequeña y la "niña") y a mí me tocó "decidir" en todo lo que le pasó. Te entiendo perfectamente... Con eso de que era la médico de la familia, las dos veces que se puso muy malito y nos llamaron de la UVI, adivina a quién llamaron?! :( Acabé teniendo pánico al teléfono...
ResponderEliminarUfff!!! Es difícil, aprenderse no se aprende, los que nos quedamos siempre lo pasamos mal. Sólo que unos consiguen sobrellevarlo antes que otros.
En cuanto a los que trabajamos con esto de cerca... en fin... se pasa mal, pero una acaba, aprendiendo a llevarlo lo mejor posible. Aunque nunca se lleva bien :(
Un abrazo enoooooooooooooorme!!!!
Mònica, muchísimas gracias!!!
ResponderEliminarEs cierto, el artículo del oncólogo es muy pero que muy humano. Me ha llegado tanto que no he podido evitar dedicarle una entrada.
Las despedidas siempre son difíciles y si son un hasta siempre, ni te cuento... pero lo dicho, los que peor lo llevamos somos los que nos quedamos. Uf! Un tema muy complicado y que me trae muchos recuerdos...
Un abrazo y un besote enormes wapetona!!!!
Cuando yo pasé por esto, ella no pudo decidir y esa ha sido siempre mi espinita.
ResponderEliminarLuchan, y no poder más no es una rendición, de eso estoy segura
Un besazo
Nebulina, lo sé, no siempre se puede decidir y el punto donde no se puede más no es una rendición, yo diría que más bien es una forma de "relajarse"...
ResponderEliminarNo me entiendas mal, ante el final creo que lo mejor es asumirlo y dejarse llevar... No sé si me explico, pero cuando un@ muere así, en paz, todo es mucho más fácil tanto para él/ella como para su familia. Se sufre y mucho, claro que sí, pero es distinto... Uf! Qué difícil me resulta explicarlo... :(
En mi caso, él nunca se rindió, sólo que llegó el punto donde todos asumimos que ya no podía hacer más y se fue. Él se metió en varias operaciones a vida o muerte por nosotros... y no sé, claro que nunca dejó de luchar, creo que se pasó y, aunque murió acompañado por su familia (a pesar de estar donde estaba), me hubiera gustado que no hubiera sido donde fue, con tantos aparatos... en fin, prefiero no entrar en detalles porque se acerca la fecha y...
Sólo decirte que si bien no fue el mejor sitio, sí que murió en paz, tranquilo, y los que peor nos quedamos fuímos nosotros. Eso siempre es así, dejan tal hueco que un@ no lo asume. Es un hueco irremplazable, nadie puede ocupar el lugar que ellos nos dejan pero... se puede, con el tiempo, conseguir que en vez de un hueco, un agujero, sea una huella que forme parte de nosotros y nos acompañe siempre. Él no está conmigo físicamente pero lo llevo conmigo siempre, siempre, siempre. Y te lo digo cuando todavía lloro su pérdida con mucha más frecuencia de la que esperaba cuando en 2 días hace 3 años que se fue...
Ufffff!!!!! Siento el rollo! Espero haberme explicado.
Un abrazo y un besote enoooooooooooooormes!!!!!
Esto es algo que siempre deseo: que mis seres queridos se mueran en paz, tranquilos y dejándose llevar.
ResponderEliminarYo no pude despedirme de mis abuelos, tampoco de una de mis abuelas. Y siempre me pregunto qué es mejor, que haya surgido así o encontrarme en el momento de dar el último beso en la frente.
Cuando una persona llega al punto de decidir que se acabó, que no puede más, que ya ha luchado todo lo que ha podido, sabe que el fin está ahí.
ResponderEliminarTiene la ventaja de poder despedirse de sus seres queridos y de las personas que han sido importantes en su vida. Y es lo que hizo Severiano Ballesteros, acudir a su oncólogo para despedirse.
No es fácil dejar marchar a alguien querido, pero creo que poder despedirte es muy importante.
Los que no hemos tenido la oportunidad de la despedida sabemos lo que es. Lo que significa darle un beso a tu abuela, cogerle de la mano, pero que no sepa quien eres y ya al final ni siquiera responda...creo que es más fácil con una despedida, porque el dolor de la pérdida es el mismo.
Mi padre se marchó lento, en un momento dado fue como "chicos comienza la cuenta atrás, observar, no perdáis comba, aprender .... "
ResponderEliminarAprendí .... mucho más de lo que jamás soñé ....
Una amiga de mi hija (tenian 7 años) no se pudo despedir de su abuelo, luego ella contaba, que vino a sus sueños a decirle adios, la Vida nos da muchas oportunidades .... hasta en los sueños ....
Sophie, la verdad es que entiendo tu duda... No sé, creo que todo depende. En mi caso, no pude despedirme de mis abuelos cuando se fueron, ni de dos de mis tíos que, por desgracia, han fallecido ya, pero sí de mi padre. Aunque de él... bueno, fue distinto... realmente mi última conversación bidireccional con él fue justamente un mes antes.
ResponderEliminarQué es mejor? Ni idea, yo agradezco infinito haber podido estar con él en el momento de su adiós, dándole la mano, todos los besos que pude y... Bueno, puedo decir que se fue tranquilo y en paz. Eso sí, es angustiante que te digan que se muere, que no hay nada más que hacer, que le quedan minutos, horas, contados y esperar a que llegue el momento... :((((
Inés, sí, me parece que es muy importante poder despedirse antes de ese momento final, del momento crítico donde tu ser querido ya no te puede decir nada... No siempre es posible y es una pena... :(. Y bueno, te digo lo que a Sophie, personalmente, pasé fatal esas últimas 5 horas con él, esperando a que llegara el momento, dándole todo el cariño que pude aunque realmente ya no poco sentido tenía... :(((. Pero, me alegro muchísimo de haber estado en ese momento junto a él, dándole la mano.
Ufff!!! Lo siento, me lío... pero son malas fechas, perdonadme.
Un abrazo enorme a las dos!!!!
Juana! Qué bonito lo que nos cuentas!!!! Ya te digo, "la vida nos da muchas oportunidades, hasta en los sueños"... Gracias!!!!
ResponderEliminarUn abrazo y un besote enormes!!!!!
La vida acaba siendo lo que pasa entre las bienvenidas y las despedidas. Y al final incluso esos momentos deben enseñarnos algo.
ResponderEliminarUn beso
Miguel, es cierto, la vida acaba siendo lo que nos pasa entre bienvenidas y despedidas y todo acaba enseñándonos algo.
ResponderEliminarPor suerte o por desgracia, a mí esa despedida, esa que ha sido la más importante y difícil que he hecho a día de hoy, me ha enseñado muchísimo. Todo lo que me pasó, todo lo que viví, me ha marcado tanto que ahora soy así con mis pacientes y familiares, en parte, por eso...
No sé si es bueno o no, malo sé que no es, pero claro, preferiría no haberla vivido, al menos no todavía...
Un abrazo enoooooooooooooorme!!!! Gracias!!!!
Buf, Maritere, te empeñas en publicar a horas intespestivas de la madrugada y sabes que en el hospi ya no puedo comentar... así es muy difícil ser el primero, jajaja...
ResponderEliminarNO, en serio, ojala todos podamos elegir cuándo jugar ese último partido, y ojala, que en ese momento, cuando echemos la vista atrás, podamos morir con la satisfacción de la tarea cumplida.
Ojala, Maritere, ojala...
Iñaki! Te echaba de menos, lo sabes!!! ;)
ResponderEliminarYa, la palabra ojalá para ésto es muy adecuada... Espero poder terminar como hizo mi padre, satisfecho con la vida que había tenido, con lo que le había dado... Y puestos a pedir, también pido que, llegado el momento, sepa luchar tal y como lo hizo él.
Un abrazo enooooooooooorme y muchísimas gracias!!!