viernes, 2 de septiembre de 2011

¿Madurando?


A mis 29 años, con 6 años de carrera, 4 de residente y 3 meses de adjunta el otro día descubrí cómo estaba cambiando mi forma de pensar como médico, así, sin darme cuenta.

Cuando empecé la carrera sólo pensaba en ayudar y curar a mis futuros pacientes, en mi cabeza pensar que hay veces en las que poco se puede hacer era algo inconcebible. 

Luego, acabé la carrera y me adentré en esa especialidad de la que os hablo por aquí en tantas ocasiones y que tanto me gusta, esa especialidad para la que siento que estoy hecha. Empecé sabiendo que hay veces en las que sólo podemos paliar, quitar el dolor, mejorar en la medida de lo posible la calidad de vida de nuestros pacientes pero con la ilusión de que a mí nunca se me moriría uno. Esas cosas no me pasarían a mí. Yo les quitaría el dolor, les trataría... pero no tendría que ver cómo un paciente "se va" delante de mí, no en ese último momento, que siempre podría ofrecerles algo . Pero las guardias y la planta me hicieron aprender que eso es una utopía. 

Ahora, cuando tan sólo llevo unos meses de adjunta sigo aprendiendo, sigo cambiando, aunque sigo siendo una ilusa y no consigo asumir cómo puede haber casos donde todo se nos escapa, donde no hay nada que hacer, donde si no trato se le "come" el tumor y si trato puede que la toxicidad se lo "lleve". ¿Qué hago? (además de informar al paciente y darle todas las opciones para que elija) si luego acaba diciéndome lo de "Doctora, ¿qué haría usted? Estoy en sus manos" (como comentaba ayer en la interesante entrada de Miguel en Salud con cosas)

Así que me veo decidiendo por ellos y llegando a casa sintiéndome impotente, con necesidad de desahogarme, ganas de llorar... E intentando renovarme en la medida de lo posible para el día siguiente estar lista para dar lo mejor de mí en el hospital.

Pero ésto, estas cosas que ahora me hacen pasarlo mal, poco a poco van haciendo su "callo" y sin darme cuenta, sigo pasándolo mal pero siento que mi forma de pensar está cambiando:

Antes, cuando me venía un paciente con cáncer de pulmón con dolor de cabeza pensaba cosas como: "¿Ha forzado la vista?". Ahora pienso: "Ufff!, puede que tenga metástasis cerebrales, habría que pedirle un TAC craneal". Y me sale solo, espontáneo... no puedo evitarlo y puede que no sea así, pero por lo que voy viendo tiendo a ponerme en lo peor, en cierto modo, supongo, como mecanismo de defensa... 

La vida no es de color de rosa y poco a poco he de asumir que hay cosas que se nos escapan y que pase lo que pase, hagamos lo que hagamos, lo pasemos mejor o peor, nos culpemos o no... hay una cosa que no nos espera y es la vida. El reloj sigue corriendo y la vida sigue, lo queramos o no. Así que, como a día de hoy sólo tenemos una y es algo temporal, no hay día que no me proponga sonreír. Lo malo es que a veces sólo lo consigo un momento pero menos da una piedra, ¡¿no?! 

Mañana comienza mi período vacacional de desconexión, de descanso. Espero saber aprovecharlo y que el próximo post que escriba lo haga renovada y sin esa sensación de impotencia que me acompaña últimamente.

Como dice Oscar Wilde, aunque sea triste, creo que es cierto en demasiadas ocasiones:

"Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo." 

Pero hagamos caso a Mafalda y  no nos limitemos a existir y esperar
 

8 comentarios:

  1. Uff chiquilla, has cogido una especialidad bastante complicada para ese tema.

    Y añadele que trabajas en un hospital bastante "especial" tambien, con muchos pacientes que llegan en situaciones mas que limite :(

    Solamente puedo decirte que a recargar pilas en las vacaciones

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  2. Buenas vacaciones Tere. A recargar baterías!
    Un besote

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  3. La inocencia de empezar pensando que salvarás vidas, curarás a todos tus pacientes...es genial Tere, pero de repente un día te das cuenta de que eso no va a ser asi y nadie mejor que tú lo sabe. Pero esas ganas, esa fuerza que pones reconforta a tus pacientes y a sus familiares, no tengo la más mínima duda y eso ya es mucho.

    Un beso enorme, intenta descansar en las vacaciones y desconectar (cuenta conmigo para hacerlo!)

    Elegir esta especialidad dice mucho de ti.

    Un beso enorme!

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  4. Es la realidad y es triste, pero es así. No siempre se consigue, ya lo sabes. Pero otras veces sí, así que en lugar de quedarte sólo con los finales tristes, quédate también con los finales felices. Es la cara y la cruz de nuestra profesión, y en tu especialidad más aún.

    Y claro que el tiempo corre, la vida pasa, pero ¡hay que correr con ella! Unas veces con más ganas y otras con menos, pero hay que seguir.

    Ahora a desconectar, a cargar las pilas, a disfrutar más de los tuyos y de su cariño, y a sonreir las 24 horas del día, incluso cuando estés durmiendo.

    ¡Felices vacaciones!

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  5. Hugo, es cierto que tanto la especialidad como el hospital donde estoy son complicados para no "pasarlo mal" con pacientes "limite"... pero sera cuestion de tiempo, epero.
    Y si, ahora a descansar y desconectar :)

    Javier, a eso voy, a recargar baterias!

    Ines, wapa, muchisimas gracias por tus palabras (de nuevo). Me ves con buenisimos ojos! :)
    En nada compartire un poco de mi desconexion contigo y el gran Charlie! :) Tengo muchas ganas!

    Pilar, eres un solete, gracias por estar por aqui siempre dispuesta a animarme. Siempre intento quedarme con los finales felices y esos me dan para mucho, mucho. Compensan muchos de los otros no tan felices sino mas bien tristes, lo malo es cuando llegan varios dias de los tristes sin un final feliz que les compense... esos son los que me cuestan mas.
    Ahora si, a desconectar, cargar pilas y siiiiiiiiiiiii!!!! Sonreir las 24h del dia, incluso cuando este durmiendo. Lo conseguire?? ;)


    Un besote y un abrazo enorme a los 4!!! Gracias por apoyarme a mi y a mi blog siempre, me motivais mucho, de verdad, estoy muy agradecida.

    PD: Siento lo de los acentos pero... a mi teclado no le van y mi ordenador me corrige en ingles y no se cambiarlo... :S (jajaja!!!)

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  6. Hola guapa... :) una vez mas me encanta cómo describes tu transformación...

    La distancia entre médico-paciente es la que nos permite ser objetivos... no hay nada más difícil que saber combinar un acercamiento empático con el paciente y saber alejarnos para poder tratar el problema, la enfermedad, la situación.... de la forma más objetiva posible...

    Cuando somos emocionales, cuando sabemos ponernos en la piel del otro, nos es fácil empatizar... lo que cuesta precisamente es hacerse fuerte para salir y abstraernos para contemplar el problema de forma completa... no sólo en este caso por la enfermedad, sino por la calidad de vida, los efectos colaterales, etc...

    El "callo" te protege... lo difícil es quedarse en el medio y no pasar de un extremo a otro.
    Un beso Tere y descansa que te lo mereces!!

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  7. Evoluciona, madura, que es lo que toca y es señal de que aprendes y te empapas... pero no pierdas nunca ese punto inocente que te caracteriza y que nos encanta. Poder sorprenderte cada día hace la vida más fascinante, si cabe. Descansa, que ahora te toca a tí (y no des mucha envidia, añado)

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  8. Rut, me alegro muchísimo de volver a leerte por aquí, lo que me dices siempre me llega mucho. Para algo eres mi coach!!! ;)
    Ufff! Lo de quedarme en el medio y no pasar de un extremo a otro es lo que intento pero a veces siento que si me quedara tras ese "callo" "coraza" no lo pasaría tan mal algunas veces... :(
    Un abrazo y un beso enoooooooooooormes!!!!

    Taite, wapísima!!! Espero no perder ese punto inocente que en cierto modo me caracteriza, pero como la decía a Rut, a veces lo paso tan mal... :( Espero que el descanso me siente bien, sí, pero tranquila, nada de daros envidia, si acaso sólo un poquitín! ;P
    Un besote enormeeeeeeeeeeeeee!!!!

    Por cierto, ahora mismo me estoy dando cuenta de que estoy contestando los comentarios de dos buenas amigas, muy buenas, a las que en estos últimos meses he cogido muchísimo cariño.

    Gracias por estar ahí! Se os quiere y mucho! Y no paráis de ayudarme y animarme... gracias!!!!

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