lunes, 13 de febrero de 2012

Cuando no se quiere elegir



Cuando se trata de la salud de los niños, "tus niños", tus hijos, todo es más difícil. No me hace falta ser madre para saber que si son ellos quienes están enfermos es mucho peor que si fuerais vosotros mismos. En cierto modo es antinatural, su vida acaba de empezar y entender el porqué una enfermedad como es el cáncer tiene que afectarles a ellos es complicado e injusto, pero es así, la vida es así. Es por todo esto que las decisiones que se toman al respecto, por mucho que se intente, no son las mismas que tomaríamos si fuéramos nosotros mismos. Y si finalmente lo son, es después de darle muchas vueltas, muchas más que as que daríamos en otro caso.

Hace tiempo escribí una entrada sobre esto, y hoy vuelvo a abordar el tema tras leer el siguiente artículo de Evidencias en Pediatría que me ha pasado un buen amigo.

Quimioterapia o cuidados paliativos en cáncer terminal: preferencias de padres y profesionales 

Entre las conclusiones del mismo encontramos que "el estudio encuentra diferencias muy significativas entre padres y profesionales en cuanto al tipo de tratamiento preferido ante la situación basal que se les presentaba. Los padres eligieron la quimioterapia endovenosa paliativa con más frecuencia (42/77; 54,5%, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 43,4 a 65,7) que los profesionales (20/128; 15,6%, IC 95%: 9,3 a 21,9); prueba de Wilcoxon: p < 0,0001). Esta preferencia se mantenía al cambiar los valores de calidad de vida y supervivencia, incluso hasta aceptar una cierta pérdida de ellas"

En cuanto a los factores que influyeron en la elección, la esperanza de curación y la calidad de vida fueron los más importante para los padres, mientras que para los profesionales lo fueron la calidad de vida y el aumento del tiempo de supervivencia. Otro factor altamente significativo para la decisión de los padres fue la opinión del niño sobre qué tratamiento desea.

Algo curioso que es que cuando los padres eran matrimonio, estaban menos inclinados al tratamiento con quimioterapia que si eran padre o madre solos, quizá indicando que precisan el soporte familiar para decidir renunciar a la quimioterapia. Es de notar que las consideraciones económicas de la decisión ocuparon el último lugar para los profesionales, lo que indica la primacía de las cuestiones éticas y morales en esta decisión.

Para terminar, la aplicabilidad que tiene en la práctica clínica, poco que añadir a lo que nos dicen: "la atención al final de la vida de un niño con cáncer debe atender no sólo a criterios científicos sino también éticos y morales, con consideración especial a los deseos de los padres y del niño, cuando este es capaz de decidir por sí mismo. Los clínicos responsables de estos niños tienen que estar instruidos sobre cómo entender las distintas actitudes hacia la quimioterapia agresiva que pueden tener las familias. Es de especial importancia asegurar una buena comunicación y evitar falsas expectativas sobre el pronóstico de la enfermedad para ayudar a los padres en la difícil situación de elegir que se les plantea."
 
Porque la esperanza es lo último que se pierde y si es tu hijo quien está en esa situación el saber cuándo es el momento de decir "Basta, no más tratamientos que sólo prolongan la agonía por lo inevitable" es difícil, muy difícil.

Como muy bien dicen, los clínicos tenemos un papel muy importante y por nada del mundo debemos de crear falsas esperanzas en casos así. A veces lo hacemos, incluso de manera involuntaria, y lo siento, pero si algo es verdad es que "No hay más ciego que quien no quiere ver" y siempre, siempre, siempre queda ese "y si..." que tan pocas veces llega.

Hoy no puedo terminar de otra forma, ojalá algún día dejemos de tener que enfrentarnos a este tipo de elecciones.



10 comentarios:

  1. Durísimo tema, uf, estoy contigo, ojalá no tengamos que tomar este tipo de decisiones. Gracias por compartir tu experiencia con nosotros. Beso guapa

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    1. Ya te digo, Olga, es muy difícil elegir en estos casos. Espero que nunca tengamos que hacerlo. Un besote enorme y un millón de gracias por pasarte por aquí!

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  2. Me has dejado sin palabras. Supongo que es el 'haz lo posible, luego lo imposible, pasa por los indecible y termina haciendo lo inimaginable' aunque eso sea muy duro para los pequeños. No tendría el valor de tomar una decisión así.
    Gracias guapa.

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    1. Ya te digo... es muy complicado y este tipo de decisiones son el tipo de decisiones que nadie está preparado para tomar pero que llegado el caso tiene que tomar sí o sí... :(
      Gracias a ti por pasarte por aquí! Un besote!!!

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  3. Siempre la esperanza.
    También en el día en que nadie tenga que enfrentarse a esas decisiones. Y tal vez antes incluso que ese, esperanza en el día en que ningún niño sufra guerras ni violencia.
    Tienes toda mi admiración por lo valiente que eres.
    Montón de besos y gracias.

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    1. Jo, Blanca, admirarme a mí? Si no soy nadie, de verdad. Muchísimas gracias por tu apoyo continuo y esos ánimos!
      Un besote enooooooooooooooorme!!!!

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  4. Un tema dificil, lo de la toma de decisiones en estas circunstancias es... uf. Supongo que visto desde fuera es muy diferente a si nos pasara en nuestro entorno. Pero es una reflexión interesante.

    Gracias Tere

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    1. Gracias a ti por pasarte por aquí y por estar siempre atento a las cosas que pueden interesarme :)
      Siendo médico es difícil orientar, pero elegir cuando te toca a ti lo es mucho más... En fin, puedo tener muy claras las cosas como médico pero si fuera mi hijo, no sé. Ya comprobé con mi padre que ante todo una es hija y en estos casos tendría que dejarme llevar por los médicos, por mucho que me doliera la idea de perderle, lo intentaría.
      Un abrazo

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  5. Gallina de piel encontrarse en la tesitura. Coincido en que nunca, nunca debe perderse la esperanza y me cuesta imaginar lo tremendamente difícil que es dejarlo todo sabiendo que no hay marcha atrás. Dura situación pero agradecida lectura para reflexionar. Gracias una vez más Tere por obligarnos a pensar en todo esto.
    Un beso.

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    1. Gracias a ti Mónica por pasarte por aquí! Es muy pero que muy difícil. Lo sé de primera mano con mi padre y fue un dolor enorme, así que si fuera mi hijo... uffffff!!!!
      Un abrazo y un besote muy gordos!!!!

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