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viernes, 7 de noviembre de 2014

La Radioterapia Pélvica.


Cuando hace más de 3 años llegué al que es mi hospital actualmente el que era mi jefe me dijo: "Tere, tu formarás parte de mi equipo y te encargarás, como yo: de cintura para abajo". Claro que llevo también otras localizaciones como mama, cabeza y cuello, pulmón, algunos tumores de piel (además, claro está, de las paliaciones) pero mi día a día se centra en los tumores gentitourinarios (con mis queridos prostáticos), ginecológicos (mis "chicas", mis "gines"), además de los digestivos en general, predominado el recto.

Por eso hace tiempo que debía escribir una entrada sobre la radioterapia externa que tienen ellos, es decir: la radioterapia pélvica. Llamada así, como podréis imaginaros, porque va dirigida a la pelvis donde se encuentran este tipo de tumores y su drenaje linfático.

Pelvis Masculina
Atlas de la RTOG 
Pelvis Femenina.
Atlas de la RTOG

Para hacerlo me ayudaré de otras guías y páginas que pueden seros de utilidad si vais a recibir este tipo de tratamiento. En todas ellas tenéis mucha información de los distintos tumores, su diagnóstico y tratamiento, aquí os enlazaré las más generales sobre la radioterapia.
  1. ACS (American Cancer Society): Radioterapia: una guía para los pacientes y sus familias (pelvis)
  2. NCI (National Cancer Institute) o INC (Instituto Nacional del Cáncer):  "Consejos para pacientes que reciben radioterapia"
  3. Por último pero no por ello menos importante las de la SEOR (Sociedad Española de Oncología Radioterápica): En general: Guía de Cuidados a Pacientes en Oncología Radioterápica. Aquí haré una excepción mencionando las de algunos tumores porque las he echado un vistazo y me han gustado: Tumores DigestivosCáncer GinecológicoCáncer de Próstata
Cuando veáis al oncólogo radioterápico en consulta, además de haceros una historia clínica completa con: antecedentes personales, medicación habitual, antecedentes familiares (oncológicos), situación basal, estado general (recalcar la importancia de las escalas de valoración del estado del paciente oncológico), una buena exploración física, que puede incluir un tacto rectal (ej: cáncer de próstata, cáncer de recto...) o una exploración ginecológica (ej: cáncer de endometrio, cáncer de cérvix), además del la historia oncológica (síntomas que llevaron al estudio, pruebas complementarias, anatomía patológica y decisión del comité de tumores en cuanto al tratamiento a seguir),  os explicará el tratamiento radioterápico con sus posibles efectos secundarios así como la preparación del mismo.

En el caso de la radioterapia pélvica diré algunas de las cosas más importantes a la vez de generales que podrían orientaros:


Puede hacerse tumbado boca arriba (decúbito supino) o boca abajo (decúbito prono). El posicionamiento dependerá del tumor que haya tratar, del estado general del paciente (boca abajo es algo más incómodo y hay ciertos pacientes que no aguantan esa posición durante el tiempo que dura el tratamiento que suele ser de media de unos 10 - 15 minutos) y, por supuesto, de lo que el médico considere mejor en cada situación.

Así por ejemplo las próstatas tratan boca arriba y para los rectos suele utilizarse el decúbito prono con inmovilización específica (colchón de vacío, espuma o, cuando se dispone de ella, con una mesa especial llamada BELLY BOARD) :



 Lo que nos permite hacer tratamientos como éste:



Que protege los órganos de riesgo (vejiga y asas intestinales) alejándolos del campo de tratamiento. Las imágenes se corresponden a una IMRT (Radioterapia de Intensidad Modulada) pero la gravedad manda y boca abajo la vejiga y las asas intestinales "caen" separándose del lugar donde está el tumor que tenemos que tratar (en este caso el recto), sea cual sea la técnica que empleemos.

En cuanto a la preparación a ese TAC y el tratamiento radioterápico diario depende del tumor. Salvo cuando se trata de un tumor vesical que queremos que se vacíe la vejiga antes del tratamiento, generalmente pedimos que se llene la misma antes de cada sesión de radioterapia para que reciba menos dosis de radiación y, además, colabore alejando las asas intestinales que se apoyan sobre ella y se separarán cuando esta se llene hinchándose como un globo. A nivel inestinal hay quien manda una dieta previa, otros prescriben enemas...

2. Posibles efectos secundarios.

Los más frecuentes son los síntomas urinarios irritativos (aumento de la frecuencia urinaria diurna y nocturna y leves molestias al orinar, "escozor") y las diarreas o cambios del ritmo gastrointestinal (fundamentalmente yendo más veces que antes de iniciar la radioterapia). No suele haber ningún problema con la piel abdominal pero si se presentan las diarreas o se trata un recto bajo, ano... se puede producir la irritación de la piel perianal. Además decir que, si se tienen hemorroides, pueden llegar a dar problemas en algún momento del tratamiento por su inflamación. En cuanto a las mujeres pueden tener algún escozor y molestia vaginal, sobre ello ya escribí en su día.

3. Cuidados durante el tratamiento.

Aunque no es tan común como cuando se tratan otras localizaciones como, por ejemplo, la mama, puede llegar a irritarse la piel por lo que os recuerdo los consejos  que escribí respecto: La piel también importa.

En cuanto a la dieta, si aparecieran las diarreas líquidas abundantes y numerosas secundarias a una enteritis rádica, además de la medicación que os pautará vuestro médico (ej: loperamida), algunos consejos:

Evitar:

  • Leche y productos lácteos.
  • Pan integral, cereales integrales y salvados.
  • Nueces, semillas y frutos secos.
  • Comidas grasas (fritos, embutidos...)
  • Fruta fresca y pasas.
  • Zumos de frutas.
  • Vegetales crudos.
  • Brócoli y berza.
  • Pasteles.
  • Palomitas de maíz y patatas fritas.
  • Especias y hierbas.
  • Chocolate, café, te y refrescos con cafeína.
  • Comidas picantes.
  • Alcohol y tabaco.

Recomendaciones (dieta astringente):

  • Pescado, pollo y carne cocidos, a la brasa o parrilla y al horno.
  • Plátanos, manzanas cocidas, manzanas peladas, zumo de uva y manzana.
  • Pan blanco; tostadas.
  • Pasta: macarrones, espaguetis..
  • Patatas asadas, cocidas y puré de patatas.
  • Vegetales cocidos blandos (espárragos), zanahorias, espinacas, calabaza.
  • Tomar las comidas templadas.
  • Beber muchos líquidos, aproximadamente 3 litros/día (pueden tomarse bebidas bicarbonatadas cuando han perdido la fuerza (con poco gas).
  • Utilizar nuez moscada para condimentar las comidas.
  • Iniciar una dieta baja en residuos el primer día de radioterapia.

Si aparecen problemas con las hemorroides y la piel inguinal, además de las curas pertinentes en el servicio de oncología radioterápica y el empleo de cremas con corticoides, analgésicos así como antibióticos y antifúngicos cuando sea preciso... es importante tomar ciertas precauciones para  que esta inflamación sea la menor posible. Se recomienda:

  • Utilizar jabones neutros.
  • Ropa holgada de algodón (calzoncillos tipo boxer americano aún siendo mujer).
  • Hacer lavados de asiento con agua de manzanilla o flor de malva.
  • Secar bien toda la zona especialmente los pliegues inguinales. 
  • Evitar roces de costuras o elásticos de la ropa o de hebillas o remaches. 
  • No usar polvos de talco o rasurar el vello con cuchilla.

Para terminar, a la hora de prevenir la sintomatología urinaria sólo puedo recalcaros la importancia de que, si os piden que bebáis x cantidad de agua cada día antes de la sesión de tratamiento, debéis hacer caso, vuestra vejiga os lo agradecerá en el futuro.

A los que hayáis conseguido leer toda la entrada daros las gracias, sé que es larga y que, aún así, me estoy dejando cosas. Espero que os haya sido de utilidad para conocer un poco más sobre la radioterapia.


lunes, 22 de julio de 2013

No me entra nada, todo lo echo... ¿qué puedo hacer?



Cuando estamos revueltos, nauseosos, no nos apetece comer y si eso es algo que pasa tras cada ciclo de quimioterapia o sesión de radioterapia nos encontramos con que cada vez pesamos menos, tenemos menos fuerzas y, en resumidas cuentas, estamos más débiles para aguantar los tratamientos necesarios para superar el cáncer.

Con frecuencia los pacientes me preguntan en la consulta qué pueden hacer para encontrarse mejor, si existe algún hábito alimenticio, algún "truco", además de los medicamentos (hay muchos antieméticos, con distintos mecanismos de acción), que puedan ayudarles. Por eso hoy, siguiendo con las entradas dedicadas a los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, os hablaré sobre las náuseas y vómitos tan comunes y, a veces, tan difíciles de controlar. 

Como en otras ocasiones, ayudándome de la página del NCI y el enlace de GEPAC, os pondré lo que considero más útil para su manejo de forma no farmacológica. Algunos coinciden con los de las alteraciones del gusto, con el sabor metálico tan característico con algunas quimioterapias.  

1. Realiza 6 comidas ligeras al día en un ambiente tranquilo, con aroma suave, con la ventana abierta para que se ventile la habitación y entre aire fresco. Sírvete la comida en pequeñas cantidades, en plato de postre y mastica muy despacio. Lo de comer varias veces al día porciones pequeñas es algo que siempre se aconseja en estos tratamientos que causan el malestar y la pérdida de apetito. Como te entra poco es lógico que comas menos cada vez pero más veces al día. En cuanto a lo del plato de postre, no lo dije en la otra ocasión, pero así vemos el plato más lleno y quizás nos anime esa sensación de realización tras ver que te has terminado un plato lleno. Comer en una sala ventilada, agradable, también es importante en estos casos donde hay que evitar todo olor o ambiente que te provoque malestar, náuseas...

2. Lávate los dientes y emplea un colutorio bucal sin alcohol tras el vómito. En general enjuagarse antes y después de cada comida es algo útil en este tipo de tratamientos.

3. Chupa polo o rodajas de fruta, caramelos de menta o limón para calmar el estómago y evitar regustos desagradables en la boca, que puedan causarte más náuseas o malestar tras las comidas

4. Bebe a pequeños sorbos cola, caldos, infusiones de manzanilla, menta, anís, azahar, hierba luisa o jengibre y bebidas bicarbonatadas como suero oral.

5. Reposa, sentado o reclinado, sin  llegar a tumbarte, durante 30 minutos - 1 hora tras la ingesta para favorecer una buena digestión, y evitar el reflujjo gastroesofágico. 

6. Potencia los alimentos de fácil digestión, con textura blanda, sabor suave y de preparación sencilla como el yogur, queso fresco, flan, natillas, cuajadas, sorbete de frutas, helado, gelatina, tostadas, galletas, bocadillos, tortilla francesa o huevo duro, pollo, pasta, patata cocida o en puré. También se aconseja comer alimentos secos como galletas o tostadas.

7. Evita la mezcla de texturas, los alimentos muy fríos o muy calientes, beber agua sin acompañarla de alimentos, la leche entera, los alimentos ácidos o picantes, los alimentos con olores fuertes y penetrantes, con aderezos o de difícil digestión, como fritos, pepino, cebolla, ajo, pimiento, coles y repollo. En general, evita las comidas pesadas de difícil digestión.

8. Evita la ropa que te oprima el estómago. Si no tienes apetito, estás revuelto y, encima llevas ropa ajustada, que te oprime el abdomen ¿cómo vas a pretender comer más o tener menos náuseas?

Para mayor información podéis consultar el sumario del PDQ  de la NCI sobre Náuseas y vómitos.



miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Qué pasará con mi pelo?


Siguiendo con las entradas dedicadas a los efectos secundarios tras los tratamientos oncológicos y su manejo, hoy hablaré sobre la caída del pelo. De nuevo me ayudaré de la página del National Cancer Institute, donde podéis encontrar todo bien explicado tanto en inglés como en español, yo simplemente os lo resumiré con mi punto de vista.

Durante los tratamientos de quimioterapia y radioterapia son muchos los pacientes que te preguntan qué pasara con su pelo. ¿Se caerá? Si es así, ¿volverá a salir?, ¿cuándo?. Puede que a quienes les tratamos no nos parezca lo más importante, al no ser algo "grave" o "peligroso/vital". Pero  todo es pararse a pensarlo un momento y ver como, al ser tan visible, estéticamente puede llegar a marcar mucho y, por tanto, también de forma psicológica.

Como muestra la viñeta de Montt, dura, pero real como la vida misma, pueden llegar a verse así y hemos de intentar que sea lo más llevadero posible:


 


La caída del pelo, también denominada alopecia, consiste en la caída de parte o todo el pelo. Con la quimioterapia, cuando se trata de fármacos que dañan las células que hacen crecer el pelo, al tener un efecto sistémico (en todo el cuerpo), puede suceder en cualquier parte del cuerpo (cabeza, cara incluyendo cejas y pestañas, brazos, piernas, axilas, área púbica...) y con la radioterapia, al tener un efecto local, se producirá a nivel de la zona que se esté tratando (si es la cabeza, será en la cabeza, si es en la pelvis, en el vello púbico... )

En el caso de la quimioterapia la caída del pelo a menudo comienza a las 2 ó 3 semanas de empezar el tratamiento. Al principio puede doler el cuero cabelludo (la piel debajo del pelo) y el pelo puede caer o poco a poco o en mechones, habiendo caído casi todo en una semana aproximadamente. Casi siempre el pelo vuelve a crecer 2 ó 3 meses después de terminar el tratamiento. Pero podría notar que el pelo le empieza a crecer de nuevo incluso mientras recibe la quimioterapia. 

Con la radioterapia es posible que el cabello en el área de tratamiento comience a caerse también de 2 a 3 semanas después de la primera sesión y, al igual que con la quimioterapia, suele caerse todo el pelo en aproximadamente una semana. Hasta que vuelva a crecer puede transcurrir más tiempo que en el caso de la quimioterapia, llegando a pasar de 3 a 6 meses desde que se finalizó el tratamiento. Sin embargo, a veces la cantidad de radiación es tan alta que no vuelve a crecer nunca. (Como explico a mis pacientes hay veces que existe, dentro del "campo de tratamiento" una zona que recibe una mayor dosis donde puede que no vuelva a salir nunca el pelo, pero intentamos, siempre que sea factible, que esa zona sea lo más pequeña posible y esté en un sitio estéticamente "aceptable, llevadero")

Con los dos tipos de tratamiento, el pelo que sale al principio suele ser muy fino y puede que sea distinto: más fino, rizado en vez de liso, más oscuro o más claro... 

En cuanto a los consejos a seguir para controlarla, os recomiendo que no dejéis de visitar la página de NCI, aquí os resumo los que considero más importantes.

Antes de la caída del pelo:
  • Habla con tu médico o enfermera, ellos sabrán si es probable que se caiga el pelo.
  • Córtate el pelo o rápate la cabeza. Esto puede ayudarte a manejar la caída del pelo. Si te afeitas la cabeza, usa una maquinilla eléctrica en vez de una navaja.
  • Si piensas comprar una peluca, hazlo mientras todavía tienes pelo, antes de comenzar el tratamiento. De este modo, la peluca se parecerá al color y estilo de tu propio pelo, además puedes llevársela a tu peluquero para que la corte y peine como lo haces tú habitualmente y conseguir que las diferencias con tu pelo natural sean mínimas. Es importante que elijas una peluca cómoda que no le lastime el cuero cabelludo.
  • Si tienes seguro médico, pregunta a tu compañía si pagará por la peluca. Si no cubre el costo, puede deducir el costo de la peluca de sus impuestos como un gasto médico. (Confieso que no sabía que fuera así pero no se pierde nada por intentar conseguirla de una forma más económica)
  • Ten cuidado cuando te laves el pelo. Usa un champú suave (sin perfumes, neutro... como el de los bebés) y sécate el pelo con toques suaves usando una toalla suave. No lo frotes (para  no hacerte daño en una piel que se encuentra más sensible a causa de los tratamientos)
  • No uses artículos que puedan hacerte daño al cuero cabelludo. (Alisadores o rizadores, rulos, secadores eléctricos, bandas elásticas para el pelo, tintes, productos para una permanente o un alisado...)

Después de la caída del pelo:
  • Protégete el cuero cabelludo. Cuando salgas a la calle usa un turbante, pañuelo, sombrero... y trata de no estar en lugares con temperaturas muy bajas o muy altas (esto incluye no usar lámparas de rayos ultravioletas, intentar evitar el aire y el sol directo) Siempre has de usar una loción o crema para proteger la piel del sol.
  • Abrígate. Tras la caída del cabello puedes tener más frío y por eso también es importante que te cubras la cabeza (con un sombrero, pañuelo, peluca...)
  • Para dormir, usa una almohada con una funda de satén. Confieso que desconocía este punto pero, al parecer, el satén crea menos fricción que el algodón cuando se duerme sobre él lo que hace que las fundas de almohada que están hechas de satén sean más cómodas.
  • Habla de tus sentimientos. Hay mucha gente se siente enojada, deprimida o avergonzada cuando se le cae el pelo. Hablar sobre ello (con un amigo, un familiar, tu médico, tu enfermera, otro paciente que haya pasado por una situación similar...) puede ayudarte a llevarlo mejor.

Para terminar la entrada de hoy quiero dejaros enlaces de algunos blogs de pacientes que tienen o han tenido cáncer y se han enfrentado a la caída del pelo. Creo que son quienes mejor pueden explicar qué se siente y cómo se puede llevar de la mejor de las maneras. Espero que os sirvan de ayuda:


Sé que hay muchos más blogs que tratan este tema desde el punto de vista del paciente pero a día de hoy sólo he dado con estos tres. Si conocéis otros que lo hayan hecho os agradezco que me los paséis para ir ampliando la lista.

Para terminar os dejo un vídeo de youtube donde enlazan otros explicando las distintas formas de ponerse un pañuelo. Es impresionante ver la variedad que existe. Espero que os guste.




sábado, 2 de febrero de 2013

Todo me sabe mal, ¿qué hago?



Cuando uno se enfrenta al tratamiento del cáncer se encuentra con que tiene una serie de efectos secundarios que no sabe cómo manejar. A veces sólo son molestias que hacen el día a día un poco más difícil pero, al seguir siendo llevadero, ni siquiera se dicen al médico y eso no está bien. Deberíais decirles todo lo que os pase ya que, por pequeño que sea, vuestro médico ha de saberlo. En ocasiones sólo tendréis por respuesta un "es lo que toca, difícil remedio, pero pasará", otras os aconsejarán y otras os prescribirán medicamentos puntuales para resolverlas. Pero no dejéis de hacerlo, no sintáis que "es una tontería" porque no hay nada más lejos de la realidad. Todo es importante cuando se habla de la salud y puede que informando a vuestro médico ayudéis a otros pacientes que se encuentren en la misma situación en un futuro. 

Dicho todo esto, si hoy estoy escribiendo de nuevo es porque he decidido retomar las entradas en el blog dedicadas a esos efectos secundarios más comunes, tanto con la quimioterapia como con la radioterapia y pequeños consejos para intentar que se lleven un poco mejor. No voy a deciros nada nuevo, en Internet existen varias páginas llenas de consejos y mi objetivo es intentar ir reuniendo aquí los que considero más útiles.  

Como digo en el título de la entrada, la pregunta de hoy es: "Todo me sabe mal, ¿qué hago?"

Para contestarla deciros que me he ayudado de la página de National Cancer Institute, donde podéis encontrar todo bien explicado tanto en inglés como en español, yo simplemente os lo resumiré con mi punto de vista:

Los tratamientos del cáncer (quimioterapia, radioterapia...) así como los problemas dentales, mucositis, infecciones, medicamentos... pueden originar trastornos del gusto como la disgeusia (alteración del gusto), hipogeusia (disminución del gusto) o ageusia (pérdida del gusto) que hacen que el paciente evite la comida, pierda peso y acabe teniendo una peor calidad de vida.

Estas alteraciones del gusto pueden resolverse parcial o completamente una vez finalizado el tratamiento, pero a veces es necesario hasta un año para que vuelvan a la normalidad.

En cuanto a la radioterapia la xerostomía (boca seca), que se induce con la radioterapia a nivel de las glándulas salivares en los tratamientos de los cánceres ORL, altera o anula la sensibilidad de las papilas gustativas por períodos de 2 - 3 meses. Los sabores más afectados son el amargo y el ácido. El primer sabor en recuperarse es el dulce.

Visto el tiempo que puede llegar a tardar en recuperarse el sentido del gusto y los efectos que puede tener en la calidad de vida del paciente conviene hacer todo lo posible para hacerlo más llevadero. La simple modificación de los tipos de alimentos consumidos, así como el agregar de especias o sabores a los alimentos puede ayudar. Los cítricos pueden tolerarse bien si no hay llagas bucales o mucositis. Enjuagar la boca antes de comer puede ayudar a mejorar el sabor de los alimentos, siendo muy importante mantener una buena higiene bucal, cepillándose los dientes antes y después de las comidas.

Entre los consejos que hay para tratar los cambios están:
  1. Consumir comidas ligeras en porciones pequeñas, frecuentes y saludables. Comer poco pero muchas veces evitando las comidas copiosas que pueden acabar originando repulsión por sentir que no se puede con todo eso y, encima, no te sabe a nada o te sabe mal.
  2. Ser flexible. Consumir comidas cuando se tiene hambre en lugar hacerlo a horas de comer establecidas. No hemos de forzar que se coma a la hora de comer y todo lo que comería si no estuviera en tratamiento, muchas veces no se puede, el cuerpo lo rechaza, y obligándoles a hacerlo no se consigue nada. 
  3. Utilizar utensilios de plástico si los alimentos tienen sabor metálico. Parece lógico, ¿no?
  4. Probar los alimentos que más gusten. Es decir, que coman lo que les apetezca más y cuándo les apetezca. Lo que no se puede hacer es obligarse a tomar alimentos que nos saben mal. Hemos de buscar sustitutos que toleremos.
  5. Hacer planes para comer con familia y amigos. Supongo que este punto será para motivarles a comer.
  6. Hacer que otras personas preparen la comida. También puedes pedir comidas preparadas a domicilio. Imagino que por evitar los olores de las cosas sin hacer que pueden ser más fuertes y desagradables (como el pescado crudo...)
  7. Probar alimentos nuevos cuando se encuentra con un mejor ánimo. Si uno está más animado puede que hasta le sepa mejor, de hecho, cuando se está muy desanimado suele pasar que no te apetece comer porque " no te entra".
  8. Prueba otras fuentes de proteínas como pollo, pavo, pescado o alimentos de soja, si no te agrada el sabor de la carne roja. Los huevos también son ricos en proteínas.
  9. Un libro de cocina vegetariana o china puede ofrecer recetas útiles sin carne y con alto contenido de proteínas. Curioso, no lo había pensado pero parece interesante.
  10. Emplear caramelos de limón sin azúcar, chicles o pastillas de menta cuando se siente un gusto metálico o amargo en la boca. Son sabores "frescos" y fuertes que pueden ayudar mucho en estos casos.
  11. Agregar especias y salsas a los alimentos. Cuanto más especiados y más fuerte sea el sabor puede que  sepa mejor, es decir, sepa a algo.
  12. Comer carne con algo dulce, como salsa de arándano, jalea o puré de manzana. Parece que los sabores que tienen un umbral más bajo para su alteración son los amargos y los dulces los que tienen el umbral más alto, de ahí el usarlos más durante los tratamientos.
  13. Probar a comer alimentos fríos, como yogur o un sándwich, puesto que generan menos olores.
  14. Chupar hielo picado entre bocados; te ayudará a adormecer las papilas gustativas. Este, a mi modo de verlo, puede que sea más útil en verano, pero puede ayudar si los otros no funcionan.
  15. Evitar fumar. El tabaco no es bueno en general, pero si uno tiene inapetencia por la alteración del gusto dudo que fumarse un cigarro pueda ayudar en nada.



miércoles, 29 de agosto de 2012

Skin care tips


Cuando una se encuentra trabajando en un hospital donde tiene que hablar con muchos de sus pacientes en inglés empieza a plantearse cómo explicarles ciertas cosas como lo haría con un paciente español. Pensad que, si ya muchos de los pacientes que hablan nuestro idioma a veces salen de la consulta totalmente perdidos, intentando asimilar todo lo que les hemos repetido varias veces de distintas formas, si encima no hablan nuestro idioma y el suyo nosotros no lo dominamos... Ufff!!!

Es por ésto que hemos decidido ir haciendo unas guías en inglés (y español), con las recomendaciones de los cuidados a seguir durante la radioterapia que iremos compartiendo con vosotros por aquí por si  pudiera llegar a serviros en algún momento (bien como pacientes, bien compañeros que se encuentren en la misma situación que una servidora).

Por alguna parte hay que empezar y la primera ha sido la piel, centrada en la de las pacientes diagnosticadas de cáncer de mama. Para hacerla hemos utilizado de guía las recomendaciones de breastcancer.org, que hemos matizado y resumido como hemos considerado oportuno. Esperamos que os guste:

Here are a few things you can do to make the skin less sensitive during radiation treatment and to help it return to normal after radiation treatment is over: 

- Wear loose-fitting shirts, preferably cotton and a strong bra without an underwire (Don't wear a bra if there are raw areas)

- It's important that you go to your treatment with clean skin without creams on and:
  • Use warm rather than hot water while showering.
  • Try to not let shower water fall directly on your breast.
  • Avoid harsh soaps that have a lot of fragrance; instead use fragrance-free soaps. 
- At the beginning of treatment, before you have any side effects, moisturize the skin after your daily treatment with a cream (such as Sativa, Avene, Isdin Rx, Radiocare...) You also can put it on at night (wear an old T-shirt so the ointment doesn't get on your bed clothes) 

- It's recommended that you cut your nails and avoid scratching your skin during treatment. For mild pinkness, itching, and burning, apply an aloe vera preparation or try with gauze soaked in chamomile. If the itching continues, ask your doctor. 

- What about sun exposure during radiation therapy? 
  • During radiation, it's best to keep the treated area completely out of the sun.
  • Wear an oversized cotton shirt to cover the treated area and allow it to breathe.
  • Avoid chlorine (is very drying and can make your skin reaction worse). If you do swim in a pool, you might want to spread petroleum jelly (like Vaseline) on the treated area to keep chlorinated water away from your skin.
  • After your radiation treatment is done, the skin that has been exposed to radiation may be more sensitive to the sun than it was in the past. You can go out in the sun and have fun, but continue to protect your skin. Use a sunblock that is rated SPF 30 or higher on the area that was treated and apply 30 minutes before you go out in the sun. Reapply the sunblock every few hours, as well as when you get out of the water. 
- If you have any questions or problems ask your doctor. 

*Todavía no la tenemos en español igual pero, por si os interesa, hace unos meses hablamos de los efectos de la radioterapia sobre la piel y sus cuidados.


jueves, 22 de marzo de 2012

¿Puedo comer lo que quiera?


 

Cuántas veces me habrán hecho esa pregunta en la consulta... y la respuesta siempre suele ser la misma: Sí. Pero esta vez mi sí suele ser condicionado, condicionado al tipo de cáncer que tenga, dónde lo tenga y qué tratamientos haya recibido previamente. 

Es lógico que dependiendo dónde lo tenga, puede que deba seguir un cierto tipo de dieta o no. Como os imaginaréis, siempre recomendamos una dieta equilibrada pero, fuera de éso, por poner un ejemplo, no es lo mismo que se trate de un cáncer de estómago operado que un cáncer de mama... 

Existen varias guías relacionadas con la nutrición en los pacientes con cáncer como la de la American Cancer Society o la del National Cancer Institute, y no voy a deciros nada nuevo, pero si hoy hago esa pregunta en voz alta es porque esta tarde he vuelto a encontrarme con una paciente que, tras hacerme esa pregunta, ha añadido:

" Ah, es que el cirujano me dijo que podía comer lo que quisiera".

Por poneros en antecedentes os diré que se trata de una paciente diagnosticada de un cáncer de las vías biliares intrahepático, operada, que posteriormente ha recibido tratamiento con quimioterapia y radioterapia postoperatorias (adyuvantes).

Su "ah" ha sido porque ante la primera pregunta contesté:

"Bueno, debes hacer una dieta equilibrada y baja en grasas. Puedes comer de todo, pero con "cuidado" con determinadas comidas. Es decir, si puntualmente te apetece algo más graso, no excederte..."

No creo que pueda comer de todo como hacía antes del diagnóstico del cáncer, la operación, la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Claro que debe hacer una vida lo más normal posible y puede que se piense que tras todo éso ella misma no va a darse un atracón a morcilla, chorizo, churros... Pero, ¿y si un día le apetece y nadie le ha dicho que tenga cuidado? ¿Y si en vez de un día son varios días? Algunos le sienta mejor y otros peor, pero todo pasa y al final se recupera por lo que vuelve a hacerlo. Total, que el cuerpo, su hígado, lo va notando y si nadie se lo advierte, si se le dice que coma lo que quiera puede que lo tome como éso, literalmente. De tal manera que cuando su pareja, su hijo, su hija... le digan que no se pase, que tenga cuidado, no les haga ni caso argumentando:  "Puedo comer lo que me de la gana, ¡el médico me lo ha dicho!" y ellos se sientan los malos por preocuparse y "llamarle la atención"

Asumo que ésto no pasa siempre, pero pasa y es algo que todo debemos tener en cuenta en este tipo de pacientes. Lo he vivido como médico y como familiar y os aseguro que si lo digo es porque creo que cuando a ciertos pacientes se les dice: "Puedes comer lo que quieras" Así, sin más, no se les está haciendo ningún tipo de favor. A lo mejor no estáis de acuerdo conmigo, pero es algo que cada día tengo más claro. 

Para terminar os dejo con Miliki. "Comer es un placer... si sabes comer bien"


Como dice George Bernard Shaw:

"No hay amor más sincero que el amor a la comida. "
(Pero hay que saber comer bien ;))
 

jueves, 8 de diciembre de 2011

Guías para pacientes de la ESMO


Hoy escribiré un post muy breve para enlazaros unas guías para pacientes de la ESMO (European Society for Medical Oncology).

"Guides for Patients are designed to assist patients, their relatives and caregivers to better understand the nature of different types of cancer and evaluate the best available treatment choices."

"Las guías para pacientes han sido diseñadas para ayudar a los pacientes, sus familiares y cuidadores a comprender mejor la naturaleza de los diferentes tipos de cáncer y evaluar las mejores opciones de tratamiento disponibles."

Están disponibles en varios idiomas: inglés, holandés, francés y español. En ellas abordan la leucemia mieloblástica aguda (LMA), el cáncer de mama, el cáncer de endometrio, el melanoma y el cáncer de estómago . Por si os pueden servir de ayuda, a mi me parece que están muy bien y son muy completas.

Addendum (13 de Octubre del 2014): He de decir que actualmente son muchas más las guías que podéis encontrar como por ejemplo: cáncer de próstata, cáncer de cérvix, cáncer de vejiga, cáncer colorrectal, cáncer no microcítico de pulmón, cáncer de esófago... para ver todas sólo tenéis que visitar la página que os enlazo al principio.