domingo, 28 de marzo de 2010

"La amistad" Francesco Alberoni


"... comparando la amistad y una forma de amor con la que a menudo se la confunde: el enamoramiento" 


"Aclaremos la cuestión mostrando que son dos fenómenos diversos por completo y opuestos en absoluto. El enamoramiento es un hecho, un suceso que tiene un comienzo definido. En su origen, en su estado incipiente se manifiesta como un fulgor, una revelación. En cambio la amistad no se convierte en tal mediante una sola revelación inicial sino a través de una serie de encuentros y profundizaciones sucesivas. Otra diferencia entre enamoramiento y amistad es que no existe un enamoramiento verdadero y otro menos verdadero. No hay distintos grados de enamoramiento: muchísimo, mucho, bastante, un poco. Si digo "estoy enamorado", lo digo todo. El enamoramiento sigue la ley del todo o nada. La amistad, por el contrario, tiene varias formas y varios grados. Va desde un mínimo hasta un máximo de perfección. La amistad puede ser pequeña, apenas un impulso del ánimo, o bien grande, grandísima. El enamoramiento es perfecto desde el principio. La amistad, en cambio, tiende al máximo. Cuando hablamos de amistad, tenemos siempre presente un ideal, una utopía.


Sigamos adelante con nuestro análisis. El enamoramiento es una pasión. En alemán, pasión se dice Leidenschaft. Leiden significa sufrimiento. Y es porque la pasión conlleva siempre el sufrimiento. El enamoramiento es éxtasis, pero también tormento. La amistad, en cambio, tiene horror del sufrimiento, y cuando puede lo evita. Los amigos se buscan para estar a gusto juntos. Si no lo logran, tienden a dejarse, a poner algo de distancia entre sí. Otra diferencia fundamental es que podemos enamorarnos de alguien sin ser correspondidos y no por ello dejamos de estar enamorados. El enamoramiento nace sin reciprocidad y va en su búsqueda. La amistad, en cambio, exige siempre, creemos, una cierta reciprocidad. No seguimos siendo amigos de quien no es nuestro amigo. Cuando está de por medio el enamoramiento es terriblemente difícil abandonar a quien se ama. Para liberarnos de un enamoramiento no correspondido debemos ejercer violencia sobre nosotros mismos, odiar al otro. Pero el odio por el amado es a su vez un sufrimiento, el más atroz de los sufrimientos. En la amistad, en cambio, no hay lugar para el odio. Si alguien odia a un amigo ya no es su amigo, la amistad termina.

En el enamoramiento se transfigura a la persona amada. Es a un tiempo ella y más que ella misma. El ser amado es doble. Es el ser concretísimo que tenemos ante nosotros y es la divinidad que lleva en sí todas las posibilidades del mundo, todo aquello que en él proyectamos. El ruego al amado es un grito desesperado. El amigo, por el contrario, no se transfigura.

Del amigo esperamos que comparta la imagen que tenemos de nosotros mismos o al menos que no se aleje demasiado de ella. Aun cuando su evaluación sea positiva, no debe ser exagerada. Si es muy favorable nos da la impresión de ser una adulación. Si es muy negativa y se aleja demasiado de lo que pensamos de nosotros no nos hace justicia y contradice por lo tanto una exigencia básica de la amistad. En una palabra, los dos amigos deben tener imágenes recíprocas similares, no idénticas, porque entonces no habría nada por descubrir, pero tampoco disonantes en exceso. Por eso esperamos de un amigo que no nos malentienda. Cualquiera puede malentendernos pero no un amigo. Si un amigo nos malentiende todo termina.

Se puede, pues, seguir enamorado de una persona de la que ignoramos si nos ha amado o nos ha engañado, de la que ignoramos si es buena o mala, si tiene sentimientos nobles o mezquinos. Y es en ese interrogarnos cómo era, que el amor se manifiesta. Aun después de muchísimos años, el amor sigue cuestionándose del mismo modo, deshojando una margarita. Desde el primer instante en que aparece, nos planteamos enseguida una pregunta que sólo puede responder la presencia de la persona amada que nos dice sí. Concluida esa presencia, cesa la respuesta y la pregunta se vuelve constante, obsesiva y angustiante. ¿No podríamos decirnos, como lo exigiría la razón, "qué nos importa"? En esto reside la opacidad del amor que ama algo que permanece siempre inasible porque su objeto es un devenir conjunto, un debe ser. Esta es la miseria del amor que sólo puede exigir y no puede frenarse en sus exigencias aun cuando el otro sea indiferente u hostil. Esta es la injusticia del amor que no sabe de méritos o deméritos y no premia a los buenos ni castiga a los malvados. El amor es sublime y miserable, heroico y estúpido, pero nunca justo. No se encuentra justicia en el amor sino en la amistad."

Este es un fragmento de "La amistad" de Francesco Alberoni, un libro que encontré estas navidades mientras hojeaba los libros de mi padre. Al abrirlo ví que tenía muchas cosas subrayadas por él y eso me hizo interesarme mucho más. Se trata de un libro que mí me ha hecho pensar mucho y admito que considero que está lleno de verdades, no me extraña que lo subrayara, ¡son tantas las citas que merecen la pena!. He elegido este fragmento como podría haber elegido cualquier otro, de hecho no descarto poner otro dentro de un tiempo. Espero que os guste.

Un saludo,

Tere

domingo, 14 de marzo de 2010

La vida da tantas vueltas...


Hola de nuevo,

Hace justamente una semana que empecé a escribir en este blog... No lo hice demasiado convencida pero gracias a vuestros ánimos voy a seguir.

Esta mañana me he levantado pensando en las vueltas que da la vida y lo rápido que puede llegar a pasar el tiempo, personalmente hay veces que siento que se me escapa de las manos (sobre todo últimamente). Miro hacia atrás y recuerdo cuando empecé la carrera de Medicina, el 21 de Septiembre del 2000 (justo 2 días después de haberme sacado el carnet de conducir) y... ¡lo que ha llovido desde entonces! Cuando empecé me parecía que me estaba metiendo en una carrera "interminable", que hasta que llegara a ser Médico especialista quedaba tanto... pero aquí estoy, casi 10 años después y, si todo va bien, en 14 meses lo consigo! :-).

Recuerdo que en un principio no quería hacer Medicina por todos los años que suponía, pero alguien me dijo que los años de estudiante eran los mejores y si no la hacía fuera por otra razón. Como siempre me habían interesado los temas de la salud, las enfermedades... me animé, y ¡aquí estoy! He de admitir que durante la carrera tuve malos ratos, dudas sobre si seguir o no... especialmente durante los tres primeros años (hasta la mitad de tercero todo es teoría, no ves a ningún paciente ni en pintura, y a veces puede ser necesario cierto "sacrificio", pero llega la clínica y entonces descubres si es lo tuyo o no. Mucha gente lo deja los primeros años y no me extraña... si te falta la vocación mejor dejarlo entonces). En mi caso, mi cabezonería característica hizo que no me rindiera ante la primera dificultad y ahora me alegro mucho.

A la hora de decidir mi especialidad, después de hacer el MIR, me planteé tantas cosas: Rehabilitación, Reumatología, Anatomía Patológica, Oncología Médica... y, finalmente, unas dos semanas antes de escoger, leí lo que era la Oncología Radioterápica en el BOE y me llamó la atención. La gente no acababa de entender dónde quería meterme, qué era eso,"Onco... qué?!". Pero pregunté y una chica que acababa me dijo que ella la haría una y mil veces y de hecho la repetiría en ese mismo hospital... así que, ¡cómo no iba a cogerla!. Todavía mucha gente no entiende qué es lo que hago exactamente pero bueno, poco a poco. Lo importante es que me gusta mucho, a pesar de los malos ratos, me da muchas alegrías que los compensan y, aunque he tenido mis momentos bajos donde me he planteado la posibilidad de repetir el MIR o incluso dejar la Medicina para hacer algo que no tenga esa responsabilidad, finalmente he comprendido que son mi profesión y mi especialidad. Me gustan y espero llegar a ser una buena médico.

Durante todos estos años han pasado tantas cosas... he hecho viajes irrepetibles que nunca olvidaré y en cierto modo me han "marcado" (La India y Madagascar me enseñaron mucho, principalmente a valorar y apreciar todo lo que tengo. A lo mejor os parece una tontería, pero llegué a echar de menos algo tan "normal y común" como una ducha calentita, con el agua cayendo sobre mi cuerpo...) En fin, tenemos tantas cosas que consideramos básicas y otros no tienen... No valoramos lo que tenemos como deberíamos. De verdad, a veces damos importancia a temas que están tan lejos de ser auténticos problemas. Si uno se pone a pensarlo fríamente se da cuenta de que muchos lo darían todo por estar en nuestra situación, esa de la que tanto nos quejamos...

En este tiempo he tenido la suerte de conocer a mucha gente. Muchos han pasado por mi vida sin pena ni gloria pero otros tantos lo han hecho para quedarse. He hecho grandes amig@s que sé que estarán ahí toda la vida y he afianzado mi amistad con mis amig@s de siempre. He tenido épocas malas, que han durado bastante, en las que no he querido salir, me he comportado como una "rancia" pero no por eso he perdido a mis amig@s, sino todo lo contrario, su amistad se ha hecho más fuerte y cuando he "vuelto" a ser la de siempre me han recibido con los brazos abiertos, como si no hubiera pasado nada.

También ha habido bastante gente que he perdido para siempre. Al más importante hace casi dos años que le perdí. A veces me da la sensación que no le demostré como debiera todo lo que le quería... Ya no hay vuelta atrás, pero quiero pensar que se fue sabiendo que le quería mucho. Aunque no se lo dijera, era así. Os aconsejo que no os guardéis esas muestras de cariño, no lo déis todo por hecho, nunca se sabe qué puede pasar y si va a ser demasiado tarde...

En fin, estos diez años han dado para mucho, han pasado otras muchas cosas. Hay personas que han tenido un papel importante en mi vida, me han dejado su huella, y ahora no sé si volveré a verlas. Otras, sin embargo, acaban de asomarse en ella y no sé hasta qué punto serán importantes. La vida da tantas vueltas... nunca se sabe qué va a pasar, está llena de sorpresas y a mi parecer es ahí donde está su belleza. Nunca se sabe si uno está tomando la decisión adecuada en el momento adecuado, es el tiempo el que acaba diciéndoselo. Personalmente pienso que todo depende de cómo se mire. Siempre hay que buscar el lado bueno de las cosas, por muy oculto que esté, está ahí escondido... ¡De verdad!.

De momento estamos en el 2010 y promete estar lleno de experiencias:

En unos meses soy pedidora en mi pueblo. Nos apuntamos hace varios años (¿2006?) y lo que parecía estar muuuuuuuy lejos resulta que se acerca y en apenas unos meses llega. Cuando nos apuntamos todavía vivía mi padre, siempre le había hecho ilusión que su hija fuera pedidora en las fiestas de su pueblo y le gustó mucho que por fin nos hubiéramos decidido a serlo. Nos preguntó que por qué no lo éramos antes y le dijimos que para poder estar con una amiga de pedidora de otro cirio. No sé si en el fondo presentía que era demasiado tarde pero el caso es que ahora que por fin llega el día, él no puede estar... Siento mucho no haberle dado esa alegría en vida, no haber intentado serlo antes, pero lo hecho hecho está y ahora no puedo cambiarlo... :-(

Por otra parte, me encuentro con que después de haber estado dando mil vueltas a dónde voy a ir de rotación externa (EEUU, Inglaterra, Italia...), finalmente me he decidido por quedarme por aquí. Tengo varias compañeras que han hecho lo que voy a hacer yo y han venido muy contentas así que, ¡¿por qué no?!. Espero no equivocarme... el tiempo lo dirá todo, pero estoy contenta e ilusionada. Empecé a moverme la semana pasada y ya me han dicho que me aceptan en el ICO! :-) Así que ahora toca esperar.

Para terminar dejaros un par de frases sobre el tiempo que me gustan:

"El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños" Eleanor Roosevelt
"Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades" Miguel de Cervantes

Un saludo a tod@s,

Tere


¡Muchas gracias por vuestros comentarios y vuestro apoyo!

miércoles, 10 de marzo de 2010

Una pregunta...

Vosotros, ¿ creéis en las señales? (Y no me refiero a las señales de tráfico ni nada de eso, eh?! ;P). Tampoco las llamaría "destino", aunque en cierto modo estén relacionadas con él. Para mí son cosas que te pasan en un momento concreto y hacen que actúes de una determinada manera, hagas o dejes de hacer algo que podía cambiar tu vida, o bueno, no tanto, pero sí tu futuro más próximo... a veces determinan determinados impulsos... (aunque ese es otro tema...)

"Por poner un ejemplo: Llevas mucho tiempo pensando en hacer una cosa que crees que es lo mejor para ti pero no te decides a hacerla y, cuando llega el momento en el que por fin te decides... zas! Te pasa algo que te lo impide... ¿No sería que no debías hacerlo, que era mejor que no lo hicieras? O, cuando estás dudando entre hacer una cosa y otra y llega alguien que, sin venir a cuento, te dice algo relacionado con el tema y sin pretenderlo consigue que te decidas... etc,etc...

Personalmente, aunque tengo alguna que otra "manía-superstición" totorrona...:S, no me considero supersticiosa, pero sí que hay veces que he hecho o he dejado de hacer cosas por esas "señales". Porque sí que creo en ellas, no sé... a veces me pregunto si hago el tonto por ello pero para mí tienen un significado. Y particularmente en los momentos de duda para mí son decisivas.

¿Qué pensáis de todo ésto? Es que últimamente he pensado bastante en estas "señales" y me gustaría saber vuestra opinión.

Un saludo,

Tere

domingo, 7 de marzo de 2010

Hola a tod@s





Aunque siempre me ha gustado escribir nunca se me ha dado demasiado bien, de ahí que, aunque han sido muchas las veces en las que me he sentido tentada a crear un blog, no lo haya hecho hasta ahora. No sé que es lo que tendrá de especial un día como hoy, que para mí es un domingo casero, gris y lluvioso, pero ha conseguido que me decida de una vez. A lo mejor es eso, que es uno de esos días que te hacen pensar más de lo normal y, aunque parezcan de lo más anodinos, terminan siendo especiales por una u otra razón.

Para inaugurar mi blog quería empezar citando a Gregorio Marañón:

"Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear,
saber gozar y sufrir
y no dormir sin soñar.
Descansar, es empezar a morir."

¿Qué os parece esta frase? Para mí está llena de verdades, no podemos limitarnos a existir sin hacer nada, sin soñar, sin crear... La vida es algo demasiado valioso como para desperdiciarla esperando a que las cosas sucedan sin salir a buscarlas, sin poner nada de nuestra parte para que se hagan realidad. Hay que moverse y luchar por lo que uno quiere y no esperar a que nos lo sirvan todo en bandeja. A veces esta es la opción más sencilla y cómoda, esperar a que llamen a tu puerta con la solución a todo lo que quieres. Pero esto sólo pasa en contadas ocasiones, si uno no lucha por lo que quiere y se basa en el conformismo, mal va la cosa. Admito que soy la primera que a veces tiendo a lo más fácil, pero creo que poco a poco estoy consiguiendo ver las cosas de otra forma y cambiar mi actitud hacia ellas.

No creo que descansar sea empezar a morir, todos necesitamos nuestro descanso, pero ese descanso debe ser un paréntesis, tenemos que saber gozar y disfrutar de esos descansos, pero también tenemos que ser capaces de otras cosas como: asumir nuestros errores y saber aprender de ellos, sufrir cuando las cosas vayan mal y no hundirnos por ello, siempre existe una salida, de ahí la importancia de soñar. ¡Nunca dejéis de soñar! En esos sueños uno consigue escapar de la realidad, descubrir nuevas metas e ilusiones en las que apoyarse.

Así que por favor, ¡disfrutad de la vida, cread, gozad, soñad! Pero no dejéis que el tiempo pase sin hacer nada. Luchad por lo que queréis que, aunque a veces sea duro, todo acaba teniendo sus frutos. La vida son dos días, y esto es más literal de lo que parece. Por suerte o por desgracia en mi profesión veo gente que de un día para otro descubre que tiene una enfermedad que a veces no tiene cura, otras la tiene pero requiere un tratamiento muy duro, con los riesgos que eso supone y... ¿qué puedo deciros? Es cierto uno no sabe cómo reaccionará que hasta que no se vive en primera persona, pero de ellos estoy aprendiendo mucho. Cuando les pasa hay quien opta por descansar y "entregarse" sin luchar, quien lucha día a día hasta que agota el último cartucho y quien opta por vivir la vida, disfrutarla sin meterse en tratamientos largos y duros que muchas veces no te garantizan una salida. Todas las actitudes son buenas y dependen de muchos factores (edad, familia, hijos, pronóstico y posibilidades de tratamiento... ).

Yo no sé qué haría si me pasara, pero veo que a veces de un día para otro pasas de estar "sano como un roble" a descubrir que tienes una enfermedad extendida, sin cura y... ¿qué haces? Primero asumirlo lleva su tiempo, es muy duro, más si se trata de alguien joven con toda una vida por delante, con hijos pequeños o sin hijos pero con planes de tenerlos, con muchas cosas por hacer, cosas que siempre pensó que acabaría haciendo en algún momento y ahora se encuentra con que puede que no le de tiempo... Por eso no se puede dejar pasar las oportunidades, pasarse la vida "descansando" conformándose con lo fácil sin luchar por lo que uno cree, por sus sueños... No perdáis el tiempo, de verdad. Esto no garantiza ni mucho menos que llegado el momento no te vayas a encontrar diciendo "son tantas las cosas que me quedan por hacer..." pero al menos sabrás que has hecho todo lo que has podido y podrás decir que has tenido una vida intensa (alguien al que quiero mucho lo dijo poco antes de morir y mi meta es conseguir poder decir lo mismo cuando llegue mi hora).

Por mi parte me encuentro con que en un año y dos meses por fin seré médico adjunta. Terminaré los 4 años de residencia y ¿qué puedo decir de ellos? Pues la verdad es que ahora mismo diría que debería haber hecho más de lo que he hecho. El otro día nos dijeron que todavía estábamos a tiempo y, qué queréis que os diga, creo que llevaban razón y al menos voy a intentarlo. Si luego resulta que no puedo hacer mucho más, al menos sabré que lo he intentado. Después se me plantean mil dudas ¿Dónde voy a trabajar? ¿Quiero trabajar nada más acabar si me surge la oportunidad o prefiero tomarme un año sabático para viajar, a África, La India...? Ver mundo, echar una mano en lo que pueda... No lo sé... En este caso creo que lo fácil es optar por quedarme si me surge trabajo al acabar y dejar los viajes para otro momento. Pero si pienso que quizás no vuelva a tener una oportunidad como esta... ¿vosotros qué haríais?

Personalmente he tenido la suerte de haber hecho viajes grandes a Madagascar y a la India y ¡se aprende tanto! ¡Son tan distintos a nosotros! Tienen poco pero te lo ofrecen todo aunque eso les suponga quedarse sin nada (de verdad, lo he vivido y es así), siempre tienen una sonrisa para ti, dispuestos a abrazarte si lo necesitas... en fin... otro mundo. La foto que he puesto es de Calcuta, tengo en brazos al peque de una de las familias que visitamos. Él tenía una familia que le cuidaba, con sus dificultades, pero lograban salir adelante. Pero son tantos los que no la tienen... lo que daría por traerme uno... Esa es otra de las cosas que me planteo... pero ya la desarrollaré en otra entrada en el blog.

En fin, os dejo que lo que empezó de una forma se ha ido liando y como suele pasarme, acabo escribiendo demasiado. Espero no haberos aburrido.

Un saludo,

Tere

¡Nunca dejéis de luchar por aquello en lo que creéis y seguid soñando!