domingo, 3 de abril de 2011

La importancia de una buena comunicación


El viernes tuve uno de esos días que me hacen plantearme muchas cosas y necesito expresarlo, espero que no acabe siendo uno de los post kilométricos que a veces hago, intentaré que no sea así.

En los últimos días me han puesto varias interconsultas "urgentes" que a veces se hacen por el mero desconocimiento de lo que es la radioterapia. La frase de "dar un poco de radioterapia" es algo que he oído muchas veces, sobre todo cuando se trata de pacientes paliativos a los que ya no se sabe qué ofrecer. A lo mejor suena mal, no lo sé, pero no quiero que sea así. Lo que pretendo explicaros es que la radioterapia es un tratamiento fuerte que, cómo no, tiene sus efectos en el paciente. A veces se tolera muy bien, sí, pero si se trata de un paciente frágil con un IK bajo, es probable que lo tolere peor e incluso acabe dando un "paso para atrás", es decir, que no sólo no le mejoremos su calidad de vida sino que incluso la empeoremos. Cada caso, cada paciente, es un mundo y de ahí la importancia de la individualización de todos y cada uno de los tratamientos. 

El viernes me encontré con una interconsulta para valorar en 24 horas la posibilidad de tratamiento con RT holocraneal paliativa en una paciente de 85 años con un melanoma con metástasis cerebrales en progresión. Cuando ví la urgencia con la que pedían que la viéramos admito que me "enfadé", vamos, no me sentó demasiado bien que se diga. Sé que no debería haber sido así, pero no era algo urgente, no. Por tratarla un viernes no íbamos a adelantar nada y, más aún, no íbamos a mejorar en nada su situación.

Tras estudiar el caso subí y, para mi sorpresa, me encontré con una paciente con mejor estado general del que esperaba. Estaba alerta, colaboradora y, además, era encantadora. Muy agradable y simpática, todo un solete (a lo mejor os parece exagerado pero era de esas pacientes que tienen un no sé qué que qué sé yo que te hace cogerles cariño desde el primer momento). Cuando empecé a explicarles  las posibilidades de tratamiento (a ella, su hermana, su nieta y su hija), y les dije que en su caso era complicado decidir  al encontrarse en ese punto donde tanto tratar como no tratar eran posibilidades totalmente válidas, enseguida noté en su hija que algo pasaba, pero pensé que eso era mejor preguntárselo en privado, así que continué con la explicación.

Estaba terminando cuando llegaron su médico responsable en la planta y la psicóloga (desde el mes pasado han incorporado una psicóloga en el equipo de la unidad de cuidados paliativos de mi hospital para dar más apoyo a los pacientes y familiares, y la verdad  es que creo que es una iniciativa muy buena). Así que terminé, me despedí de la paciente y su hermana y salimos la psicóloga, la médico de planta, su hija, su nieta y yo.

Nos fuímos a hablar a la sala de información a los familiares y no habíamos llegado a entrar cuando tanto su hija como su nieta nos comentaron algo sobre la hermana. Lo "raro" que  había notado era  justamente la actitud de ella. Se negaba a aceptar que las cosas con la radioterapia podían no sólo no mejorar a la paciente, sino incluso empeorarla. El resto de la familia aceptaba la situación y era partidaria de dejarla tranquila, no meterla en líos que no garantizaban una mejoría notable, y menos aún cuando con el tratamiento médico con corticoides había mejorado la situación de manera importante. Pero su hija nos dijo que su tía pensaba que no se estaba haciendo lo suficiente por su hermana y les echaba en cara que no lucharan más por ella, las veía como las malas. Su médico responsable la recalcó que su hermana claro que era importante, pero las más importantes a la hora de tomar la decisión eran ella y su hermana (las hijas de la paciente). Aún así se veía que la hija que estaba presente se sentía mal con la actitud de su tía, no podía negarse a un tratamiento si su tía iba a verla como la mala, así que decidimos llamarla y hablar con todas a la vez.

A lo mejor os estáis preguntando que qué opinaba la paciente,  si ella podía decidir por si misma era ella  quien debía hacerlo.  Y por supuesto que era así, cuando la informé no dijo ni sí ni no, sino más bien dio a entender que era algo que decidiría con su familia (era la típica abuelita entrañable y si se metía en más tratamientos sólo era por ellas, porque vieran que por ellas lucharía hasta agotar el último cartucho).

El caso es que cuando llegó su hermana, tomó la iniciativa la médico de planta y explicó la situación de nuevo, dando a entender que dada la edad y lo extendido de la enfermedad, era mejor no hacer nada "agresivo". La hermana no acababa de entenderlo, así que la médico me dio a mí la palabra:  

"La radioterapeuta es la que mejor sabe si la radioterapia va a irle bien o no a la paciente, ella es la que tiene experiencia en ésto pero en mi opinión , basándome en mi propia experiencia, estoy de acuerdo con ella en que es mejor no hacer nada"

Llegó mi turno, lo 1º que me preguntó la hermana fue: "Pero de los efectos secundarios de la radioterapia se puede recuperar?! Y puede ir bien luego, no?!" 

Así que la contesté: "Puede recuperarse... o no".

Dada la edad de la paciente y lo extendido de su enfermedad no sabía si la daría tiempo a que eso pasara y podía pasarla lo que nadie quería y es que se apagara un poco más y acabaran diciéndome que la notaban peor, más somnolienta... menos "ella". La hermana seguía sin entenderlo, ¡también podía ir bien! Por qué no?!!! Así que su hija me miró y me pidió que dijera qué haría yo en su situación y se lo dijera tal cual a su tía.

Estas situaciones de: "Doctora, qué haría usted si fuera su madre?" son situaciones incómodas que los médicos intentamos evitar, no es nuestra madre y nunca se sabe al 100% que haría una en esa situación pero esta fue una de esas veces en las que tuve que decirlo, su hermana no lo entendería de otra manera así que lo dije tal cual: 

"No creo que la vaya a beneficiar en nada nuestro tratamiento, es más, pienso que puede incluso empeorar, apagarse y, aunque llegara a vivir algo más, no sería con esa vitalidad y simpatía que todavía desprende en algunos momentos".

Fue entonces cuando se desató esa escena incómoda en la que su hija se puso a llorar, la hermana me miró con cara de pena y resignación y su nieta, la médico y la psicóloga asintieron mostrando su aprobación a lo que acababa de decir. La hija se secó las lágrimas mientras la psicóloga se acercaba a abrazarla y dijo: "Entonces no hay más que decir", la tía asintió y, tras darme las gracias, salimos todas de la sala.

Y, ¡¿ cómo me quedé yo?! Hecha polvo, acababa de decidir no tratar a una paciente y no me sentía bien. Claro que pensaba, y pienso, que mi decisión era lo mejor para la paciente, en su situación meterla en tratamientos era alargar el final, (o no, podía ser que incluso lo acortara) y encima quitarle un poquito esa vitalidad y simpatía que me demostró cuando la valoré. Pero podía ser esa excepción, ese caso que va bien y yo le estaba quitando esa oportunidad... :( En fin, si hubiera sido hace un par de años la habría tratado sin dudarlo, y probablemente hubiera visto lo que, por desgracia, he visto varias veces: cómo se va apagando poco a poco y al preguntarle cómo le va, consigo una sonrisa a base de frases como "Ya queda menos! En nada terminamos. Mira que somos pesados a veces los médicos... " .

Como le dije a su hermana, a nuestra manera los médicos también sufrimos cuando las cosas van mal, ver cómo el tratamiento no les ayuda nos duele y los pacientes, cuando nos ven pasarlo mal porque las cosas no van bien, hacen lo que pueden por sacarnos la mejor de sus sonrisas, menos que con su familias, pero lo hacen.

En fin, no tengo una bola de cristal que me permita ver qué es lo que pasaría con la paciente en cada una de las opciones así que sólo espero que fuera la apropiada. Ese día lo terminé con una necesidad enorme de un abrazo así que para acabar os dejo esta imagen:


Aunque lo he intentado, como veis, no lo he conseguido, he vuelto a escribir uno de esos post kilométricos. Lo siento, pero lo necesitaba, espero no haberos aburrido.


26 comentarios:

  1. La entrada es estupenda, no te disculpes. Da igual la longitud, si lo leemos es porque nos interesa.

    Solo un consejo de lector y sin embargo amigo: parte los párrafos con puntos y aparte. Te ruego lo aceptes solo para ayudar, para ayudarme a leerlo.

    Y queremos más!

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  2. Admiro a los médicos porque os enfrentáis a terribles decisiones en vuestro día a día, aunque luego me sorprende que no sepáis entender una nómina, jajaja... (perdón, me ha salido mi lado maligno de RRHH, jajaja...)

    Pero admiro más a los que como tú, sois capaz de contarlo de esta forma.

    Por cierto, el secreto de la foto yo me lo sé, jajaja... y de aburrirnos, nada de nada.

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  3. Rafa, gracias por tus palabras y por tu consejo! Es totalmente cierto, era un párrafo demasiado largo e incómodo, lo entiendo... ahora lo he intentado arreglar, aunque siguen siendo bastante largos... en fin, espero conseguir aprender poco a poco...

    Un abrazo enorme y un millón de gracias por leerme y por tus consejos!!!!!

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  4. Iñaki, Charlie!!!! Gracias!!!! Por poco eres el nº1!!!! Se te adelantó Rafa porque te entretuve por el GTalk, lo sé!!! ;)

    De maligno nada, de nada, por mucha intención que le pongas me da a mí que no te sale... xD

    Gracias, de verdad, por estar ahí siempre comentándome, animándome, apoyándome... en fin! Vuelvo a estar tierna y necesitada de un abrazo de esos!!!Últimanente es una cosa mala, tengo la sensibilidad a flor de piel. Y la foto, de la cual claro que sabes el secreto (conoces a mi amigo invisible en Valencia... ;D), me viene muy bien para una entrada como ésta y unos días como éstos

    Un abrazo enorme!!!!

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  5. Mucho mejor. Y disculpa la intromisión.

    La proxima verz esperaré a que responda Iñaki.

    Jajaja

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  6. A veces nos agarramos a un clavo ardiendo, me imagino tener a mi madre en esa situación y que el médico te diga, podemos tratarla con "algo" pero, mejor no hacerlo, te queda esa sensación de, no hice lo suficiente por ayudar a mi madre enferma? Si se puede hacer algo, porque no?? Adelante!!! El problema es que tal vez vemos bien la cantidad y no la calidad, queremos que viva cinco años más, cuando igual es mejor que lo haga año y medio siendo ella, estando bien y feliz :/

    Gran entrada, muy buena :)

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  7. No Rafa, por dios, tu comenta siempre que quieras, cuando quieras, una, dos, tres o quinientas veces, no me esperes, por si acaso, jajaja...

    Además, eres amigo de SobreviviRRHHé! y del maño, jajaja... por cierto, leyendo el post de Rafa Tarín, hemos decidido liberar aquellos posts que en su día tuvimos que esconder.

    Tere, siento usar tu blog para comunicarme con Rafa, pero es que yo también me siento aquí como en mi casa, jajaja...

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  8. Rafa, nada de disculpas!!! De verdad, estoy aprendiendo en todo ésto, me cuesta, soy una novatilla y cada consejo que me des será bien recibido.

    Un millón de gracias por leerme!!!! En cuanto a lo de Iñaki, no te preocupes, con tal de que me comente me basta!!! jajaja!!!! :P

    Otro abrazo!!!!

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  9. Iñaki, no te preocupes, ya sabes que mi casa es tu casa! Faltaría más después de los 5 comentarios que te he dejado hoy así, por la cara en SobreviviRRHHé!!!! ;)

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  10. Oscar, gracias!!!

    Me alegro muchísimo de que te haya gustado la entrada. A veces nos cuesta mucho decidir este tipo de cosas. Es muy duro, yo misma siento que con mi padre no lo hice todo lo bien que debería... pero lo hecho, hecho está, por desgracia un padre es un padre, una madre es una madre y... en fin, cuesta asumir este tipo de cosas, cuesta mucho!!! :(

    Un abrazo muy grande!!!!

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  11. Una entrada para darle vueltas durante bastante tiempo. Brava.

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  12. Cada vez entiendo mejor lo difícil que es el "no hacer", es imprescindible que lo comprendamos.
    Estupenda entrada, si no nos lo cuentas ¿cómo lo vamos a entender? es imprescindible que alguien, como tú, con esa sensibilidad lo escriba ¡gracias!

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  13. ¡Que difícil es decidir en muchas ocasiones!
    En nuestra profesión siempre tenmos que manejar un margen de incertidumbre y tomar decisiones sin tener la certeza absoluta de las consecuencias que va a tener nuestra decisión. La bola de cristal nos sería muy útil, pero como no la tenemos debemos tomar las decisiones en base a nuestros conocimientos y a nuestra conciencia, cargando con el peso de la incertidumbre, pero sabiendo que la decisión, aunque sea dura, estará siempre basada en nuestro deseo de que sea lo mejor para nuestro paciente.
    Desde aquí ese abrazo fuerte para esa excelente oncóloga que vas a ser.

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  14. De Cabecera, muchísimas gracias!!! :)

    Juana, encantada de verte por aquí! Qué sería de mi blog sin tus comentarios!!! :) Me alegro mucho de que te haya gustado a pesar de lo largo de la misma (mira que tengo un maestro que me recalca la importancia de intentar ser breve, pero a veces me cuesta conseguirlo..) Eso sí, estoy en ello, intentado sintetizar y aprendiendo cada día un poco más gracias a vosotros!
    Un abrazo enorme y de verdad, gracias a ti por estar ahí siempre!!!

    Javier, otro de mis imprescindibles en el blog! Gracias por leerme y comentarme, sin tus comentarios y apoyo no sería lo mismo :)
    Lo que me cuesta decidir a veces!!! Ufff!!! No sé si la gente lo verá así o no, pero personalmente decir que no a un tratamiento me cuesta mucho más que decir que sí. Parecerá raro, pero lo que menos te cuesta en algunas ocasiones es hacer la planificación y puesta en tratamiento... Pero cuando sabes que las cosas seguramente no vayan bien, como me pasó en este caso, es preferible dedicar tiempo a hablarlo con la familia, su médico responsable... A falta de una bola de cristal, sólo me queda desear no haberme equivocado.
    Un abrazo enorme y gracias por lo de excelente oncóloga! Ojalá! :)

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  15. Tere,
    La empatía en nuestro día a día es verdaderamente muy importante. Cuando esta empatía interfiere en decisiones médicas responsables...más aún!
    Por encima de todo somos humanos, además de médicos, gestores, trabajadotes. La empatía es un don o habilidad que debemos fomentar para ser mejores médicos, gestores y trabajadores si cabe.

    Olé! Me encanta tu sencillez y cómo explicas lo difícil tan fácil!
    Serás una gran oncóloga, estoy totalmente de acuerfo con Javier @drmacias!
    ;-D
    Mer

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  16. Me ha gustado mucho la entrada, como siempre, así que no te disculpes por ella... eso lo primero ;)

    Decidir algo así es terrible, pero creo que nadie puede reprochar tu actitud ni tu decisión. Evidentemente, la última palabra la tienen la familia y el enfermo, pero en este caso está claro que necesitaban una opinión "ajena" de alguien que entendiera todos los pros y los contras del caso. Y para eso, nadie mejor que tú que, además, llevaste la situación con tacto y empatía.

    Un abrazo virtual preciosa, y sigue siempre así :)

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  17. Mer, un millón de gracias también a tí por estar aquí siempre! Me considero muy afortunada de haber dado contigo, de verdad, eres tan buena y tan alegre! En fin, es difícil definirlo en dos palabras pero simplemente he de decirte que eres genial! Y eso que me dices de la sencillez y explicar lo difícil tan fácil, wowwwwwwwwwwwww!!!!

    Un abrazo enooooorme!!!!

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  18. Anna, eres un solete, lo sabías?!! Supongo que estarás nerviosa con la elección del que será tu hospital, tu servicio, los próximos 5 años, pero sólo te puedo decir una cosa, acabes donde acabes la actitud es lo que cuenta y tu tienes la mejor de las actitudes con lo cual sea cual sea tu destino serás feliz, no lo dudes!!! Los pacientes que tengan la suerte de tenerte como médico me darán la razón, van a ser muy afortunados!!!!

    Gracias por tus palabras de apoyo y ánimo en todos y cada uno de mis post.

    Un abrazo para ti también! A ver si pronto deja de ser virtual y pasa a ser uno de los buenos, buenos!!! :)

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  19. El paciente quiere tomar las riendas excepto en los momentos decisivos, y en esos momentos pasa el testigo a otra persona, para que así la "culpa" por si algo no sale bien, o mejor dicho si algo no sale como quiere la familia, sea del profesional sanitario que ha aconsejado.

    Sin embargo, en esos momentos, la verdad es dura, casi cruel, pero sin marcha atrás. ¿Es mejor vivir rodeado de verdad o subsistir en un mundo de mentira con un final claro e inminente?

    Estas situaciones me recuerdan siempre una canción de Serrat que dice:
    "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio"

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  20. Miguel!!!! Qué ilusión verte por aquí!!! Muchísimas gracias por comentarme, por ayudarme con el blog, ser una fuente de ideas y estar ahí siempre. Ya lo sabes, tienes mucha "culpa" de que no sólo no haya dejado de escribir sino que encima haya dado este giro al blog, acercándoos a una especialidad tan desconocida como la mía.

    En cuanto a lo que me dices, es cierto, a veces lo más "fácil" es que otro decida por nosotros... En ésto, más que el paciente, suele ser la familia la que deriva esa responsabilidad, ya que el paciente, en mi corta experiencia, hace lo que sea por ver feliz a su familia y "hace lo que le manden".

    No me gusta nada encontrarme en esa situación, si bien es cierto que la entiendo. Es muy difícil decir "hasta aquí hemos llegado, no hay nada más que hacer que merezca la pena..." Pero a veces es lo mejor, o al menos eso siento yo.

    A la pregunta te respondo, sin dudarlo, mejor vivir rodeado de verdad. Por dura que sea ésta, la mentira nunca trae cosas buenas y, aunque es cierto que a veces decir toda, toda, toda la verdad puede ser duro e innecesario, hay determinadas cosas que no se pueden, ni se deben, ocultar. Si una cosa tengo clara es que los pacientes no son tontos y, si no a ciencia cierta, sí que se imaginan qué es lo que les pasa, por mucho que su familia se empeñe en ocultárselo. Pero claro, también hay formas de decirlo y hay gente que no quiere saberlo o, mejor dicho, no quiere escucharlo y tienen derecho a que se respete su decisión.

    Buena esa frase de Serrat, me la guardo!!!!

    Un abrazo enorme!!!!!!!!!!!!

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  21. A las buenas tardes.
    Este comentario tiene más relación con el título del post que con el fondo del mismo, pero, de todas formas, ahí va.
    Hará cosa de un par de horas he tenido una visita con el ORL. La primera en la frente: llego al consultorio, pregunto por el Dr. X y me mandan a la puerta 5 de la 1ª planta.
    Me siento delante de la puerta 5 a las 17:29, orgulloso de, por una vez en la vida, llegar puntual.
    A las 17:40 sale la enfermera y me pregunta mi nombre. Respuesta: no es aquí, vaya a la puerta 4.
    (…)
    A quien se le ocurre poner dos ORL con las mismas horas de visita y, sobretodo, no informan correctamente a recepción?
    (…)
    A las 17:50 sale la enfermera de la puerta 5 y me pregunta mi nombre. Esta vez sí. Me mira mal porque llego tarde. Gmpf…
    A las 18:05 entro en la consulta. Y a las 18:08 salgo.
    En esos 3’ ha dado tiempo para que explique antecedentes, síntomas, me mire las orejas y la nariz, descarte los antecedentes, desprecie la oportunidad que le ofrezco de localizar una audiometría que me hicieron en la mutua de trabajo hará un año y me diga que pida hora para una audiometría y otra visita.
    En 3’
    Con un par.
    Comunicación a tope: solo hablo yo. No me hace ni una sola pregunta.
    Eso sí, debería dejar de fumar. Gmpf…
    Conclusión: recepción no se comunica con los médicos. Los médicos gruñen a las enfermeras. Las enfermeras gruñen a los pacientes (somos pacientes, nada de usuarios, por favor!) Y los pacientes seguimos tal cual estábamos 39’ antes. Pero con un cliente encabronado porque no se le ha visitado porque el técnico se ha tenido que ir al médico.
    Por último, mientras la recepcionista deja de hablar del tiempo con su compañera recepcionista, me hace por fin caso, me da hora para audiometría y visita con el ORL, le comento que me ha enviado a la consulta equivocada. Su respuesta? Las enfermeras deben llamar a los pacientes. Señora, que si vamos al ORL es porque no oímos. Porque, aunque parezca raro, la puerta 4 no está justo al lado de la puerta 5. Porque si a mí me dicen puerta 5 no tengo por qué intuir que me llamarán desde la puerta 4. Porque no estoy aquí por gusto!
    Bendita comunicación.

    FR!

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  22. FR, no veas cómo lo siento... no sé qué decirte, entiendo tu enfado pero hay veces que las cosas salen así... Quiero pensar que son las menos pero no lo sé... En fin, espero que la próxima consulta vaya todo mucho mejor.

    Un abrazo y, sonríe, que te noto muy quemadillo y no puede ser!!!

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  23. Maritere!!! me ha encantado tu post!!, tienes una sensibilidad innata, que hace (como muy bien ha destacado Mer) que empatices rápidamente con tu paciente y con sus familiares, porque no nos olvidemos, aunque el paciente es la persona que atendéis, en más de una ocasión estáis tratando al paciente y a su entorno familiar, que es quien le asesora, le influye y le ayuda / dificulta en su mejora.

    Ese pequeño detalle de detectar esa microexpresión que te hizo percibir ese malestar, te sirvió para anticipar y acotar un problema que seguramente se hubiera dado más adelante y hubiera generado no sólo una mala reacción por parte de los familiares de tu paciente, sino que es posible que incluso la paciente hubiera podido empeorar porque su entorno no le ha dado la estabilidad que necesita para que se sienta a gusto.

    Es genial que personas como tú, hagan el trabajo que haces, y sobre todo que reflexiones y nos ayudes a reflexionar y a vivirlo contigo.

    Muchos besicos guapísima.
    Rut

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  24. Rut!!!! Me faltabas tú por aquí!!!! Qué ilusión, madreeeeeeeeeee!!!! Estoy que no me lo creo con todos los comentarios que me estáis haciendo!!!! Gracias!!!!!!!!

    Como buena psicóloga, me encanta cómo analizas lo que pasó, de verdad. Eres genial!!!

    Que sepas que tengo tu ejercicio pendiente y lo haré, ya lo dije en tu blog pero lo repito, no paras de ayudarme, eres muy buena amiga, alguien que llegó a mi vida cuando menos lo esperaba y más lo necesitaba. Y convencida estoy de que has llegado para quedarte. Gracias!!!!!!!!

    Un abrazo y un besos enormes, wapísima!!!!!!!!

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  25. Difícil comentar después de todo lo dicho. Y lo de las microexpresiones de Rut (que me ha encantado) me ha sonado a la serie 'Miénteme' je je je... Más allá de esta pamplina, coincido con la ternura y la humanidad que desprende esta entrada, son situaciones del día a día a las que os enfrentáis vosotros y que no resultan nada fácil aunque quiero pensar que cada vez más las personas tienen más claro que es innecesario prolongar situaciones como las que comentas, si el final va a ser prácticamente el mismo y el beneficio para el paciente, apenas perceptible. Yo tengo hecho mi testamento vital por si las moscas porque no me gustaría que un familiar, bienintencionado siempre, tome decisiones que me afecten. Sólo me queda un apunte, Tere: el paciente decide sobre la intervención que propone el profesional, que es el que tiene que hacer una indicación. Es decir: el profesional valora la situación y decide cuál es la mejor opción. Si hay un tratamiento, el paciente puede rechazarlo. Si hay varias opciones, puede elegir. Pero cuando la opción mejor es no tratar, ¿cabe que el paciente se pronuncie y diga que sí se trata aún contra criterio facultativo? Llevando el ejemplo al extremo: ¿puede una persona pedir un trasplante si no está indicado? Es decir, la indicación es previa al consentimiento, entiendo, y así se recogió en la ley de muerte digna. Perdona el babetazo pero son temas que me fascinan. Me ha encantado la historia y como la has contado.
    Sigue así, tocaya, que aprendemos a diario.

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  26. Taite, wapetona!!!
    Menudo comentario!!! :). Si está claro que no está indicado el tratamiento decide el facultativo, explicándole, por supuesto, el por qué de que no lo esté. En este caso no hay más que decir, al menos con ese facultativo o en ese centro... ¿por qué digo ésto? porque cabe la posibilidad de ir a otro centro, normalmente privado, donde las cosas cambian... Es triste, pero es así (no siempre, siempre, claro que no, pero cuando el no, no es tan rotundo o existe una mínima posibilidad de un sí...) En fin. Pero claro que sí, la indicación es previa al consentimiento. En el caso que os cuento aquí, las dos posibilidades eran válidas, en mi opinión era mejor no hacer nada, pero si la paciente o la familia hubieran querido "probar suerte" la habría tratado. De ahí la importancia de dedicarles tiempo, explicarles todas las posibilidades y lo que podemos esperar de cada una de ellas de la forma más comprensible que nos sea posible.

    Me alegro mucho que te haya gustado la historia y mi manera de contarlo, joooo!!! Qué "ilu" más grande!!!

    Un abrazo enooooooooooorme tocaya, espero verte pronto!!!! :)

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