Hoy quería dedicar la entrada a un artículo de The New York Times que, de nuevo, me pasó un buen amigo de este blog:
How Bright Promise in Cancer Testing Fell Apart
El artículo comienza contando cómo una mujer diagnosticada de cáncer de pulmón, buscando el mejor tratamiento posible para su cáncer, el idóneo, se metió en un programa en el que prometían conseguirlo, basándose en la genética y las "debilidades" de sus células cancerígenas. El programa acabó siendo un fraude y ella falleció pocos meses más tarde.
"The episode is a stark illustration of serious problems in a field in which the medical community has placed great hope: using patterns from large groups of genes or other molecules to improve the detection and treatment of cancer. Companies have been formed and products have been introduced that claim to use genetics in this way, but assertions have turned out to be unfounded. While researchers agree there is great promise in this science, it has yet to yield many reliable methods for diagnosing cancer or identifying the best treatment"
Si bien los investigadores ven en la genética una gran promesa, todavía queda mucho camino por recorrer y, como dice el Dr. Scott Ramsey, del Fred Hutchinson Cancer Center en Seattle: "there is already “a mini-gold rush” of companies trying to market tests based on the new techniques, at a time when good science has not caught up with the financial push. “That’s the scariest part of all,”.
Existe una "carrera" entre las compañías por sacar tests, pruebas, basados en las nuevas técnicas para detectar los mejores tratamientos para cada cáncer y cada persona, mientras la buena investigación no tiene la financiación que necesita. Ésta, como dice el Dr. Ramsey, "es la parte más aterradora de todas"
Basándose en estudios prometedores pero con mucho por hacer, muy "verdes", las empresas prefieren invertir en esos test que prometen encontrar el mejor tratamiento para tu cáncer antes que hacerlo en esas investigaciones que buscan conseguir lo que, de momento, sólo son grandes promesas. Saben que los pacientes, si pueden permitírselo, pagarán por hacerse esos tests ilusionados con la posibilidad de la curación sin tener que pasar por duros tratamientos que no lleguen a nada.
Al final todo es un negocio y ¿cómo se consigue el dinero con más facilidad: vendiendo ilusiones o invirtiendo en la investigación necesaria para que esas ilusiones se hagan realidad? La repuesta está clara.
El caso que se comenta en el artículo es sólo un ejemplo de otros tantos. Ahora yo me pregunto, ¿los que venden estos "tests milagrosos" e ilusionan sin tener la certeza de que realmente serán válidos, tienen conciencia? ¿No se les cae la cara de vergüenza por hacer que la gente confíe ciegamente en ellos sin decirles lo que realmente hay, que queda mucho por hacer y puede que no funcionen? Tal vez "la letra pequeña" lo diga todo pero... permitidme que dude que se expliquen las cosas como debe hacerse. Y aquí lo que está en juego es la salud y la vida de las personas.
En este sentido podría entrar en otras muchas ocasiones donde se venden tratamientos como "la salvación" cuando la probabilidad de que funcionen es bajísima. Todo depende de cómo se digan las cosas y del color del cristal con qué se miren. Ojalá tuviéramos una bola de cristal que nos permitiera saber qué es lo mejor para cada uno.
Para terminar hoy un vídeo de The Cramberries: Promises
Pues me he enfadado leyendote, porque esto no es un timo que te quiten dinero o te roben, sino te quitan lo más importante que tenemos, la vida :(
ResponderEliminarÓjala que si algún dia estoy así (toquemos madera) tenga un médico tan bueno como tu que me cuente la realidad y yo sepa verla, GRACIAS.
¿SALUD? ¿VIDA? Existe el concepto SALUD, definido contra que..., y vida. La vida es un camino de renuncias en la que la salud va cambiando de paradigma según añadimos renuncias (años). La primera lección es asumir que no vamos a vivir eternamente, ni necesariamente muchos años. La segunda es tener claro que el tiempo que vivimos deberemos convivir con nuestras limitaciones. La última, nuestra potestad para transcender a nuestra realidad y realizar nuestros sueños. Si la eternidad es uno, sueña o compra, pero ten por seguro que es posible que solo compres un sueño. Si eso te lleva a la felicidad perfecto.
ResponderEliminarEn tu reflexión tu también vendes salud y vida, busca la referencia de Ivan Illic o de Petr Skrabenek, existen muchas visiones de una sola realidad. Conste que no defiendo a las empresas que venden humo, también se que emprender nuevos caminos precisa de vendedores de humo.... Como ves todo tiene muchas caras, vivir y ser feliz el tiempo que podamos, solo tiene una, buen día.